River llegaba a este partido con las cosas menos claras que Racing, tanto en lo táctico y futbolístico como en la conformación de su equipo titular. Sin embargo, logró una victoria 1-0 que le aseguró su pase a las semifinales de la Copa Argentina. En el desarrollo del encuentro, se evidenció un duelo táctico donde Gustavo Costas, entrenador de Racing, no cometió errores en sus decisiones, pero Marcelo Gallardo, director técnico de River, se alzó con la victoria gracias a un retoque estratégico realizado a tiempo.
El “Contraataque Feroz” de Gallardo
La clave para vulnerar a Racing fue un “contraataque directo (y feroz)”, una estrategia que recuerda al concepto de “contraataque ofensivo” del Bambino Veira, que buscaba reducir las líneas para dar espacio a los delanteros. El gol de River surgió de una jugada donde Racing tuvo una oportunidad de gol con Santiago Solari tras un pelotazo de Gabriel Rojas. Sin embargo, en ese frenético intercambio, River tomó la delantera: Acuña realizó un pase largo para que Colidio atacara el espacio a la espalda de Mura, culminando en un centro-gol para Maximiliano Salas. La acción se originó con Juanfer Quintero cambiando de frente desde la posición de lateral derecho, activando el contraataque.
Este tipo de jugada, con Salas atacando el espacio y habilitando a un compañero, era una fórmula conocida y efectiva. El partido se convirtió en un duelo de ataques directos, donde la precisión sería determinante.

Formaciones Iniciales
Gustavo Costas optó por su mejor once disponible, sin sorpresas, presentando un sistema 4-3-3 con Santiago Sosa como volante central, sin la función de líbero que había desempeñado en partidos anteriores. La alineación fue: Cambeses; Mura, Pardo, Colombo y Gabriel Rojas; Zuculini, Sosa y Almendra; Solari, Adrián Martínez y Conechny.
Gallardo mantuvo la incertidumbre sobre la formación hasta el último momento, presentando finalmente un esquema 4-1-4-1 con Armani; Montiel, Martínez Quarta, Rivero y Acuña; Portillo; Juanfer Quintero, Castaño, Galoppo y Colidio; Salas.
El Ajuste Táctico de Gallardo
A los 26 minutos del primer tiempo, Gallardo realizó un cambio crucial: “Portillo de líbero”. La razón: Racing había generado peligro con cuatro pelotazos largos y frontales, ganando los duelos aéreos con sus delanteros, especialmente Solari, Conechny y Martínez, quienes complicaban a Martínez Quarta y Rivero. Armani se vio exigido, y el delantero de Racing falló una oportunidad clara. Ante esta situación, Gallardo decidió modificar la disposición táctica.
Con la nueva formación, un 3-4-1-2, River alineó a Armani; Martínez Quarta, Portillo y Rivero; Montiel, Castaño, Galoppo y Acuña; Quintero; Salas y Colidio. Aunque River seguía perdiendo el primer contacto en el juego aéreo, comenzó a ganar la segunda jugada. A partir de ese momento, Racing no logró generar peligro en el resto del partido.
Marcaje Individual en los Córners
Otra modificación importante fue en las pelotas paradas en contra, un punto débil donde River había concedido goles en partidos anteriores. Gallardo cambió el marcaje zonal por el individual, asignando responsabilidades específicas. Mantuvo a dos jugadores libres (Colidio y Acuña), pero ajustó las marcas: Rivero con Colombo, Martínez Quarta con Sosa, Portillo con Pardo, Montiel con Maravilla, Castaño con Solari, Galoppo con Conechny y Salas con Zuculini. Incluso Armani logró despejar balones con los puños. Si bien no fue perfecto, hubo una mejora significativa en este aspecto.
En el entretiempo, Nacho Fernández ingresó en lugar de Quintero, quien había actuado más como volante central que como enganche o volante por la derecha, dejando espacio libre para el avance del lateral Rojas.
El segundo tiempo se caracterizó por la estrategia de River de esperar y contraatacar. Con Racing jugando con 10 hombres (expulsión de Maravilla) y buscando el empate, River mantuvo una línea de 5, cerrando los espacios y rechazando los centros y pelotazos del rival. Esta estrategia resultó efectiva, limitando las oportunidades de Racing. La posesión del balón de River fue solo del 37%, un dato inusual para un equipo de Gallardo.
El partido se definió en la primera mitad, donde River fue letal y Racing desperdició sus oportunidades. La corrección táctica de Portillo como líbero cambió el desarrollo del juego. En la segunda etapa, cada interrupción y cambio favoreció al equipo ganador. Gallardo ajustó a tiempo y eliminó a Racing utilizando recursos que Costas suele emplear con éxito en su propio equipo.
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