Leila Najafi, originaria de Los Ángeles, California, decidió pasar dos meses en Miami en busca de un cambio. Su experiencia la llevó a replantearse su futuro y considerar esta ciudad como un posible lugar para mudarse. “Realmente podía imaginarme viviendo en la ciudad de Florida”, comentó.
De Los Ángeles a Miami: una prueba piloto de dos meses
Leila, que había vivido siempre en Los Ángeles, eligió Miami como su primera opción para experimentar una vida diferente. “Había estado allí en escapadas cortas de fin de semana, pero nunca por un período largo”, relató en Business Insider. Su intención era evaluar diferentes ciudades para decidir un posible traslado.
Su elección de Miami no fue casual. Se sintió atraída por el clima cálido durante todo el año y por las playas de Miami.
Leila llegó a Miami en febrero, cuando las temperaturas oscilaban entre los 24 y 27 grados, lo que facilitó su adaptación. “Me gustó lo animada que es Miami, con toneladas de actividades, playas, gente amable y restaurantes”, expresó.
Vivir en Miami: los barrios favoritos
Durante su estadía, Leila visitó varias zonas de la ciudad para encontrar la que mejor se adaptara a sus gustos. Recorrio South of Fifth, Edgewater, Brickell, North Miami y Coconut Grove. Aunque muchos de sus conocidos se habían mudado a Edgewater, se sintió atraída por West Avenue, en la zona oeste de South Beach, que está cerca de la Bahía Biscayne y cuenta con numerosos gimnasios y cafeterías.
Leila destacó la facilidad para socializar en Miami, afirmando que hizo nuevos amigos rápidamente. “En comparación con la gente de Los Ángeles, los lugareños que conocí en Miami me parecían más acogedores y abiertos socialmente. La gente solía sonreírme en la calle y entablar una conversación amistosa”, recordó.
Asimismo, disfrutó de la variedad de propuestas culturales y de entretenimiento, asistiendo a eventos como la Fórmula 1 y el Festival de Vino y Comida de South Beach. “La ciudad parece estar siempre llena de cosas que hacer”, afirmó.
Leila también exploró la gastronomía local, visitando varios restaurantes de moda. “Mientras estaba sentada en la playa de Miami con mis lentes de sol puestos y las aguas turquesas frente a mí, me encontré pensando una cosa: podría acostumbrarme a esto”, concluyó.
Un futuro dividido entre dos ciudades
Tras dos meses en Miami, Leila siente que podría integrar la ciudad a su vida de manera más permanente. “Con su mezcla de arte, cultura y vida costera, Miami se ha convertido en un lugar en el que realmente podría imaginarme viviendo”, confesó.
Aunque su experiencia no reflejó todos los desafíos del año, como el tráfico y el alto costo de vida, considera que Miami es una opción viable. “Sé que mi viaje fue solo un pequeño vistazo a cómo podría ser vivir en Miami. El clima no siempre será tan perfecto como cuando visité Miami: la temporada de huracanes no es ninguna broma”, advirtió.
Por ahora, su decisión es equitativa. “Estoy pensando en vivir en Miami Beach durante la mitad del año”, concluyó.
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