El Paseo del Águila, ubicado en el bajo de San Isidro, se ha convertido en el centro de una controversia política. Este sector está delimitado por el Águila Club y el bar Malloys, en la intersección de Alvear y el río, donde se encuentra un espacio verde y público.
A través de una ordenanza municipal, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) lo declaró como Paisaje Protegido, con el objetivo de preservar la flora y fauna nativa, proteger contra la contaminación lumínica, promover el ecoturismo responsable y prohibir actividades comerciales en el área.
La iniciativa fue presentada por el bloque Acción Vecinal San Isidro es Distinto, liderado por el ex intendente Gustavo Posse y Walter Pérez, actual concejal y presidente de la comisión de Planeamiento Urbano, Sustentabilidad y Ambiente. Sin embargo, el Ejecutivo local decidió vetar esta medida.
Desde el Municipio explicaron a LA NACION que la ordenanza se realizó sin la participación del Ejecutivo y que presentaba imprecisiones técnicas en el polígono declarado como paisaje protegido, incluyendo zonas ocupadas por actividades comerciales y parcelas con permisos de uso otorgados previamente.
El Municipio también argumentó que, aunque la intención de resguardar el entorno natural es loable, el proyecto presentaba serias limitaciones que comprometían su viabilidad y ejecución. Esto incluía restricciones excesivas al uso público de la costa, lo que impediría la construcción de infraestructura esencial como senderos y servicios básicos.
Pérez, por su parte, defendió la medida, señalando que el sector de la ribera representa un pulmón verde y que apoyar el medio ambiente es fundamental para un San Isidro sostenible. Afirmó que el proyecto estaba alineado con la esencia de la ciudad, que busca defender la costa y garantizar espacios públicos de calidad.
El plan de la administración actual incluye recuperar terrenos de la costa para uso público, revisando contratos de establecimientos en la zona y frenando la construcción de un barrio privado. El intendente Ramón Lanús ha presentado un plan para recuperar ocho hectáreas de la costa, que se ejecutará en varias etapas.
El HCD está evaluando todas las herramientas a su disposición para asegurar una protección firme y duradera de la costa, mientras que la intendencia sostiene que su Plan Urbano Costero garantiza la protección ambiental de la zona.
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