El capitán de la selección argentina, Lionel Messi, coronó su último partido en Eliminatorias con dos goles en la victoria 3-0 sobre Venezuela, generando una emoción palpable entre los asistentes.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿Qué será de la selección argentina sin él? Esta inquietud resuena no solo entre sus compañeros y entrenadores, sino también entre los 85 mil espectadores en el estadio y los millones que lo vieron por televisión. Aunque el futuro es incierto, la noche estuvo marcada por momentos significativos que invitan a reflexionar sobre el legado de Messi en el fútbol argentino.
Messi ingresó al campo a las 19:54, momento que fue recibido con una ovación ensordecedora. A medida que el partido avanzaba, su emotividad se hizo evidente, recordando su llanto tras la conquista de la Copa América en 2021. Esta vez, el cariño del público fue unánime, en contraste con críticas pasadas que había enfrentado.
Durante el partido, Messi rompió con el protocolo al ingresar al campo acompañado de sus tres hijos, quienes se convirtieron en parte de esta despedida simbólica. La escena fue un reflejo del cariño que se tiene hacia él y su familia, quienes viajaron desde Miami para esta ocasión especial.
A lo largo del encuentro, Messi mostró su calidad al anotar el primer gol de la noche tras una asistencia de Julián Álvarez. Luego, sumó otro gol, contribuyendo a su récord en Eliminatorias. Sin embargo, la estadística no es lo más importante; lo que prevalece es el cariño y la admiración que ha cosechado a lo largo de su carrera.
Al finalizar el partido, el estadio se llenó de cantos y aplausos, con una bandera que decía: “Gracias por todo mi capitán”. Messi, emocionado, reconoció el apoyo de sus compañeros y la afición, mientras reflexionaba sobre su futuro en el fútbol.
La noche culminó con una celebración que no solo fue un homenaje a Messi, sino también una promesa de que su legado perdurará en el corazón de los aficionados.
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