La resaca emocional es un fenómeno que puede ocurrir tras eventos sociales, dejando a las personas con una sensación de vacío y agotamiento. A diferencia de la resaca física, que se manifiesta con síntomas como dolor de cabeza y cansancio, la resaca emocional puede ser menos visible pero igualmente debilitante.
Este tipo de resaca puede surgir después de experiencias tanto positivas, como fiestas o reuniones alegres, como de situaciones difíciles que generan estrés. Según la psicóloga clínica Madeli Santos, esta sensación de agotamiento se debe a la intensa inversión emocional que se realiza durante estos eventos.
La resaca emocional puede prolongarse durante varios días, a diferencia de la resaca física que se supera más rápidamente. Mary Castro, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, señala que este tipo de agotamiento puede ser resultado de la carga emocional significativa que se experimenta.
Las situaciones sociales que pueden generar este estado incluyen reuniones familiares tensas, eventos laborales estresantes y fiestas ruidosas. Además, la presión de ser sociable y encajar puede aumentar el desgaste emocional, como advierte la psicóloga Liliana Tuñoque.
Identificar la resaca emocional es crucial. Algunos de sus síntomas incluyen irritabilidad, cansancio profundo, dolores corporales, problemas de concentración y necesidad de aislamiento. Para prevenirla, es fundamental reconocer los momentos de sobrecarga y establecer límites, así como cuidar el bienestar emocional y físico.
Después de un evento, es recomendable tomarse un tiempo para relajarse y desconectar, así como cuidar la alimentación y el descanso. La resaca emocional, aunque desafiante, puede ser vista como una oportunidad para el autoconocimiento y el crecimiento personal.
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