Ochenta cañonazos han marcado el inicio del mayor despliegue militar de China en los últimos años. El desfile con motivo del 80º aniversario de la rendición de Japón en la segunda guerra Sino-Japonesa (1937-1945) y el final de la II Guerra Mundial comenzó en Pekín a las nueve de la mañana de este miércoles, hora local. El líder chino, Xi Jinping, presidió la celebración, flanqueado por el presidente ruso, Vladímir Putin, y el mandatario norcoreano, Kim Jong-un, desde la galería con vistas a la plaza de Tiananmén. “Hoy, la humanidad se enfrenta a la disyuntiva entre la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación”, proclamó Xi durante su discurso.
Durante cerca de una hora, tropas, tanques, submarinos, aviones de combate, drones y misiles de todo tipo marcharon en perfecta sincronía, mostrando el poderío militar de la segunda potencia del mundo. El evento ha sido coreografiado meticulosamente y ha paralizado la capital china. En la tribuna, Xi tuvo a su derecha a Putin y a su izquierda a Kim, quien visitó China por primera vez desde 2019. La presencia de otros líderes, como el presidente iraní, Masud Pezeshkian, y el bielorruso, Aleksandr Lukashenko, convirtió la cita en una escenificación de alto voltaje geopolítico.
El desfile culmina una semana en la que China ha exhibido su papel como eje de poder alternativo en el contexto internacional. Durante su alocución, Xi agradeció a los gobiernos extranjeros que apoyaron al pueblo chino en “su resistencia contra la agresión japonesa”. La II Guerra Mundial coincidió con la segunda guerra Sino-Japonesa y la guerra civil china, durante la cual los bandos nacionalista y comunista acordaron una tregua para enfrentar a las tropas niponas. Japón firmó su rendición oficial el 2 de septiembre de 1945, y China conmemora su victoria al día siguiente.
“La historia nos advierte que el destino de la humanidad está profundamente interconectado”, advirtió Xi, resaltando la importancia del respeto mutuo entre naciones para mantener la paz y evitar conflictos. El desfile, que mostró misiles y otros equipos militares, cerró con el Dongfeng 5C, un misil intercontinental de gran tamaño, aclamado por el público presente.
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