El 23 de agosto de 1985, un operativo policial en San Isidro reveló la existencia de un clan criminal que operaba bajo la apariencia de una familia normal. Entre los detenidos se encontraba Alejandro Puccio, un prometedor jugador de rugby.
Un allanamiento revelador
A las 10 de la noche, varios vehículos policiales llegaron a un chalet en la intersección de las calles Martín y Omar y 25 de Mayo. Los vecinos pensaban que los Puccio eran víctimas de un robo, pero la realidad era mucho más oscura.
Los efectivos llegaron para desmantelar una banda dedicada a los secuestros extorsivos. En ese momento, tenían a su última víctima, Nélida, encadenada en el sótano de la casa.
El clan Puccio
El grupo, conocido como “el clan Puccio”, había sido responsable del secuestro y asesinato de tres personas. La detención de sus miembros está llena de detalles impactantes.
Arquímedes Puccio, el padre, junto a sus hijos Alejandro y Daniel, formaban parte de esta organización. En la casa, la policía encontró a Nélida, quien había sido mantenida en cautiverio durante más de un mes.
Un pasado oscuro
En los años 80, la democracia argentina comenzaba a afianzarse, pero la delincuencia también crecía. Arquímedes, con antecedentes en grupos de ultraderecha, encontró en el secuestro una forma de vida.
Mientras tanto, Alejandro se destacaba en el rugby, siendo un jugador clave en el Club Atlético San Isidro (CASI) y en Los Pumas.
El último secuestro
El 23 de julio de 1985, Nélida Bollini fue secuestrada al salir de su casa. Los captores exigieron un rescate de 500.000 dólares. La familia, ignorando la amenaza, contactó a la policía, lo que llevó a la intervención de la División de Fraudes y Estafas de la Policía Federal.
La captura de los Puccio
La policía logró rastrear las llamadas de los secuestradores a teléfonos públicos en Buenos Aires. El 23 de agosto, los Puccio cayeron en la trampa cuando intentaron comunicarse con la familia de Nélida.
Con el aviso de “Tero en el aire”, los efectivos rodearon a los delincuentes en una estación de servicio. Arquímedes fue detenido y, durante el interrogatorio, reveló la ubicación de Nélida.
La liberación de Nélida
La policía llegó a la casa de los Puccio y, tras un registro, encontró a Nélida en un sótano oculto detrás de un armario. Deshidratada y aturdida, pidió que no la mataran al ver a los agentes.
Los Puccio y otros cómplices fueron detenidos. Arquímedes y Alejandro fueron condenados a reclusión perpetua, aunque Alejandro fue liberado temporalmente en 1997.
El legado del clan
La historia de los Puccio ha sido objeto de películas y miniseries, destacando la dualidad de su vida como una familia aparentemente normal y su implicación en crímenes atroces.
La detención de Alejandro Puccio resonó en el mundo del rugby, donde sus compañeros clamaron por su inocencia, incluso después de que se revelara su implicación en el crimen.
A pesar de su prominencia en el deporte, Alejandro fue condenado y su vida terminó trágicamente en 2008, mientras que Arquímedes murió en 2013.
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