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Kostensuchus atroz: el cocodrilo que cazaba dinosaurios en Patagonia

El Kostensuchus atroz, conocido como el “cocodrilo feroz”, vivió hace 70 millones de años en América del Sur. Este depredador, que alcanzaba tres metros de longitud y 250 kilogramos de peso, ha sido objeto de un reciente hallazgo en la formación geológica Chorrillo, en la Patagonia, donde se han encontrado su cráneo, mandíbulas y múltiples huesos intactos. La especie fue presentada en un estudio publicado en la revista PLOS ONE.

Fernando Novas, coautor del artículo y miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet), explica que el nombre científico del Kostensuchus podría traducirse como “el feroz cocodrilo del viento”. Aunque hoy la Patagonia es una región fría y ventosa, en el tiempo del Kostensuchus era un paisaje cálido y húmedo, hogar de diversas criaturas, incluidos dinosaurios y mamíferos.

El Kostensuchus pertenece a los peirosáuridos, una familia extinta de reptiles cocodriliformes que evolucionaron en América del Sur y África. A diferencia de los cocodrilos modernos, el Kostensuchus tenía un cráneo alto y ojos orientados hacia afuera, lo que sugiere que era un cazador terrestre. Se cree que su presa favorita era el Isasicursor, un dinosaurio herbívoro.

Los primeros restos de peirosáuridos fueron encontrados en Brasil, y con el tiempo se han documentado en Argentina y África, lo que indica su amplia dispersión. Novas resalta la rica historia evolutiva de estos reptiles en Sudamérica, sugiriendo que coexistieron con los dinosaurios en un ecosistema diverso.

El descubrimiento del Kostensuchus atroz no solo aporta información sobre la fauna de la época, sino que también ilustra las conexiones biológicas entre Sudamérica y África durante la era Mesozoica, cuando ambos continentes estaban unidos en el supercontinente Gondwana.

Novas concluye que los hallazgos en la Patagonia podrían ayudar a clarificar la secuencia de conexiones biológicas entre estos continentes y se muestra optimista sobre el potencial de descubrir más especies en el futuro.

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