Vox está ultimando los detalles para el inicio del curso político, que se presenta favorable para la formación de la extrema derecha en España. Los días 13 y 14 de septiembre, Vox, liderado por Santiago Abascal, llevará a cabo una cumbre en Madrid con los llamados Patriots, tras haber tenido una exitosa reunión en invierno con figuras como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y Marine Le Pen, presidenta de Agrupación Nacional. Abascal ha sido anfitrión de otros líderes internacionales, como el presidente de Argentina, Javier Milei, y mantiene una relación con la primera ministra italiana Giorgia Meloni.
Abascal se enorgullece de estas conexiones, resaltando su apoyo a Trump en momentos difíciles y su relación con Milei, quien era considerado un outsider en la política argentina. A pesar de las críticas, el líder de Vox ha logrado posicionar a su partido como la tercera fuerza política en España, después de haber abandonado el Partido Popular (PP), donde su padre fue un destacado dirigente.
Las encuestas para septiembre indican un panorama positivo para Vox, que podría superar el 15% de los votos, algo que otros partidos como Podemos y Ciudadanos no lograron. Abascal ha tomado decisiones estratégicas, como salir de los gobiernos autonómicos que compartía con el PP, lo que ha permitido a su partido evitar el desgaste gubernamental durante crisis como las inundaciones en Valencia y los incendios forestales en Castilla y León y Extremadura.
Vox se posiciona como una fuerza antisistema, con un fuerte apoyo entre los jóvenes y un manejo eficaz de las redes sociales. Durante una reciente entrevista, Abascal criticó a la Conferencia Episcopal Española por su postura sobre la libertad de culto en relación con la comunidad islámica, sugiriendo que la Iglesia podría tener intereses económicos en la inmigración. Este tipo de discursos refuerzan la narrativa destituyente de Vox en torno a temas como la inmigración y la gestión autonómica.
Discurso destituyente
Los temas que han dominado el debate público este verano, como la inmigración y los incendios forestales, favorecen el discurso de Vox. El partido ha criticado la gestión del bipartidismo y ha propuesto referéndums sobre diversos temas, buscando posicionarse como una alternativa a la política tradicional. Además, la imagen de Trump podría evolucionar favorablemente para Vox, dependiendo del contexto internacional.
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