Los fabricantes de automóviles están explorando nuevas formas de monetización en la era digital. Volkswagen ha optado por un método controvertido: desbloquear toda la potencia de su modelo ID.3 a través de un pago adicional tras la compra. Esta medida, ya disponible en España y otros países europeos, representa un paso hacia las suscripciones de pago en el sector automotriz.
Más potencia, si pagas más
El ID.3 Pro cuenta con 204 CV de serie, pero mediante una suscripción denominada ‘power-on-demand’, los usuarios pueden acceder a los 231 CV que el motor puede desarrollar. El costo es de 18,90 euros al mes o un pago único de 629 euros. Esta mejora también incluye 45 Nm adicionales de par motor, lo que reduce el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h de 7,6 a 7,1 segundos, acercando su rendimiento al del ID.3 Pro S, que tiene una diferencia de precio de aproximadamente 8.000 euros en el mercado alemán.
Un acercamiento peligroso a las suscripciones
La tendencia de exigir un pago adicional para desbloquear capacidades ya existentes en los vehículos ha comenzado. Aunque el motor está diseñado para ofrecer esa potencia adicional desde su fabricación, permanece bloqueado por software hasta que se active la suscripción.
Volkswagen no es la única marca que ha adoptado estas medidas. Este enfoque recuerda decisiones polémicas de otras compañías, como BMW, que implementó una suscripción para activar asientos calefactables, o Mercedes, que ofrece mejoras de aceleración por suscripción.
Opinión del consumidor
Una encuesta de S&P Global indica que el porcentaje de clientes dispuestos a pagar por servicios conectados ha disminuido del 86% en 2024 al 68% en 2025. A pesar de esta caída, todavía hay una considerable disposición a pagar, lo que podría explicar la aparición gradual de estas medidas.
La justificación de VW
Volkswagen defiende que esta opción proporciona “flexibilidad al cliente” y que históricamente ha ofrecido motores de similar cilindrada con diferentes niveles de potencia. Según la marca, esto permite una “experiencia de conducción más deportiva” sin un precio inicial más alto. La actualización se realiza de forma remota a través del sistema multimedia del vehículo.
La letra pequeña
La actualización está disponible para vehículos con la versión de software 3.2.1 y está vinculada al coche, no al propietario, lo que significa que permanece activa en caso de reventa. Si se tiene una versión de software más antigua, será necesario acudir al taller para actualizar. Volkswagen asegura que esta mejora no afecta a la autonomía ni requiere notificación a la aseguradora, ya que el vehículo está homologado con la potencia máxima desde su fabricación.
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