El diseñador Matías Carbone, conocido por su firma que combina sastrería con bordados y tejidos, comparte su experiencia en un departamento de los años 60 ubicado en Belgrano. Carbone, quien lanzó su marca en 2021, destaca la influencia de su madre, quien tejió toda su vida, como un pilar fundamental en su carrera. Desde su inicio, la marca ha tenido éxito en pasarelas internacionales.
El departamento, que fue adquirido en 2021, fue elegido por su buena condición a pesar de haber estado deshabitado durante años. Matías y su pareja, el galerista Leopol Mones Cazón, se mostraron cautivados por el espacio y decidieron mudarse, a pesar de que inicialmente buscaban en otras zonas. La mudanza se realizó sin necesidad de obras, lo que complicó el proceso de equipar el lugar.
Matías menciona que el entorno del departamento ha influido en sus colecciones, destacando la conexión entre la arquitectura y su trabajo. La pareja optó por no llenar el espacio con demasiados objetos, buscando conservar la luz y el aire del lugar. Además, han incorporado elementos artesanales y materiales nobles, reflejando su aprecio por lo hecho a mano.
El departamento, diseñado por los arquitectos Juan Molinos y Héctor Coppola, mantiene sus elementos originales y presenta una funcionalidad adecuada para el estilo de vida contemporáneo. La decoración ha sido pensada para no interrumpir las vistas, sino para ampliarlas, contribuyendo a la armonía del espacio.
La pareja también ha seleccionado cuidadosamente obras de artistas argentinos y brasileños para adornar su hogar, lo que refleja su conexión con el arte y el diseño. La iluminación del lugar ha sido diseñada para ser sutil y cálida, creando un ambiente acogedor. En resumen, el hogar de Matías Carbone y Leopol Mones Cazón es un ejemplo de cómo la estética y la funcionalidad pueden coexistir en un espacio habitado.
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