La Comisión Europea inició una investigación a Google en 2021, sospechando que la empresa realizaba prácticas anticompetitivas al abusar de su posición dominante en el mercado de anuncios y publicidad online. Recientemente, la Comisión ha decidido que Google debe pagar una multa de 2.950 millones de euros y podría verse obligada a vender parte de su negocio.
Consecuencias para Google
La Comisión alega que Google ha abusado de su posición dominante en tecnología y sistemas de publicidad, obligando a anunciantes y editores a utilizar sus productos. Esto no solo ha perjudicado a los anunciantes, sino también a los consumidores, resultando en precios más altos para los productos.
La Comisión ha ordenado a Google que presente un plan de acción en un plazo de 60 días para poner fin a estas prácticas anticompetitivas. Si el plan no es convincente, la Comisión podría exigir la venta de parte de su negocio de publicidad y tecnología.
Reacción de Google
Google ha anunciado que recurrirá la decisión, calificándola de “errónea” y “justificada”. La compañía sostiene que las modificaciones exigidas perjudicarán a miles de empresas europeas y que sus prácticas no son anticompetitivas.
Comparativa con Estados Unidos
A diferencia de la situación en Europa, donde la Comisión ha tomado una decisión contundente, en Estados Unidos Google obtuvo recientemente un fallo favorable que le permite mantener su control sobre Chrome y Android, aunque con nuevas restricciones.
La investigación de cuatro años de la Comisión Europea podría llevar a una reestructuración significativa del negocio publicitario de Google, uno de los más importantes para la compañía, a menos que logre convencer a Bruselas de cumplir con sus exigencias.
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