(COMBO) This combination of pictures created on May 14, 2020 shows recent portraits of China's President Xi Jinping (L) and US President Donald Trump.. US President Donald Trump said on May 14, 2020, he is no mood to speak with China's Xi Jinping, warning darkly he might cut off ties with the rival superpower over its handling of the coronavirus pandemic. "I have a very good relationship, but I just -- right now I don't want to speak to him," Trump told Fox Business. (Photo by Dan Kitwood and Nicholas Kamm / various sources / AFP) (Photo by DAN KITWOODNICHOLAS KAMM/POOL/AFP/AFP via Getty Images)

Donald Trump ha amenazado a China con un “aumento masivo” de los aranceles y ha insinuado la posible cancelación de su próxima reunión con el presidente chino, Xi Jinping. Estas declaraciones se producen tras lo que Trump considera movimientos comerciales “muy hostiles” por parte de China en los últimos días, incluyendo restricciones a la exportación de tierras raras y acciones contra una empresa estadounidense de semiconductores.

En una publicación en su plataforma Truth Social, Trump acusó a China de intentar “obstruir” los mercados, no solo restringiendo el acceso a las tierras raras, sino también imponiendo controles de exportación a “empresas extranjeras que utilizan equipos o materiales chinos de tierras raras”.

Se espera que estas regulaciones entren en vigor el 1 de diciembre, y varios medios informan que otorgarán a China una mayor influencia en las conversaciones comerciales entre Trump y Xi, programadas para celebrarse en Corea del Sur en las próximas semanas.

Trump amenaza a China con aranceles
*Imagen referencial generada por IA.

Trump confirmó que Xi no se puso en contacto con él antes de que se impusieran las restricciones. Además, afirmó que otros países se han comunicado con Estados Unidos expresando su “extrema ira ante esta gran hostilidad comercial, que surgió de la nada”.

“Nuestra relación con China en los últimos seis meses ha sido muy buena, lo que hace que este movimiento comercial sea aún más sorprendente”, escribió Trump, señalando que “no parece haber ninguna razón” para reunirse con Xi ahora.

Como era de esperar, la primera reacción de Trump fue amenazar con aranceles a las exportaciones chinas, pero también afirmó que se están considerando “muchas otras contramedidas”.

Trump acusó a China de ejercer su monopolio en el sector de las tierras raras, controlando aproximadamente el 70 por ciento del suministro mundial. En respuesta, Trump amenazó con que “Estados Unidos también tiene posiciones de monopolio, mucho más fuertes y de mayor alcance que las de China”.

“Simplemente no he elegido usarlas, nunca hubo una razón para que lo hiciera, ¡HASTA AHORA!”, escribió Trump.

Escalada de tensiones y posibles consecuencias

Trump declaró que su decisión dependerá de la respuesta de China cuando se le cuestione sobre los controles de exportación. Si las conversaciones no resultan satisfactorias, “me veré obligado, como Presidente de los Estados Unidos de América, a contrarrestar financieramente su movimiento”, amenazó Trump, afirmando que “por cada elemento que hayan podido monopolizar, nosotros tenemos dos”.

Esta escalada en las tensiones entre Estados Unidos y China se produce en un momento en que los consumidores estadounidenses están empezando a ver un aumento en los precios de los productos afectados por los aranceles globales de Trump.

El impacto en los consumidores estadounidenses se hará más evidente una vez que Trump aclare la magnitud del arancel que planea imponer a China. Cabe destacar que una tregua previa entre Estados Unidos y China se produjo después de que ambos países reconocieran que la imposición de aranceles de hasta el 145 por ciento podría perjudicar a todos.

Trump ya ha sugerido que su amenaza más reciente de aumentar los aranceles a las importaciones chinas probablemente generará más dificultades para Estados Unidos a corto plazo.

“En última instancia, aunque potencialmente doloroso, será algo muy bueno, al final, para Estados Unidos”, escribió Trump.

Reacciones y posibles represalias

No está claro cómo Trump podría tomar represalias, ya que la política de China corre el riesgo de crear escasez en todo el mundo.

Trump afirmó que las recientes acciones de China fueron “una verdadera sorpresa” en un momento en que las relaciones eran buenas, insistiendo en que “nadie ha visto nunca algo así”. Sin embargo, Reuters señaló que los esfuerzos de China para restringir el uso de materiales de tierras raras por parte de países extranjeros estaban “imitando las reglas estadounidenses que restringen las exportaciones de productos relacionados con semiconductores”.

Además, The Wall Street Journal informó que Beijing confirmó que otras medidas percibidas como hostiles que entran en vigor de inmediato, como exigir “licencias para las exportaciones de ciertas baterías de litio y algunos equipos y materiales utilizados para fabricarlas” e imponer “una tarifa portuaria especial a los buques estadounidenses que atracan en puertos chinos”, fueron tomadas en represalia “contra la decisión de la administración Trump de imponer tarifas a los buques chinos”.

Llamados a la acción desde el Congreso

El presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino (PCCh), John Moolenaar, emitió una declaración sugiriendo que, a diferencia de Trump, él había previsto la medida de China con respecto a las tierras raras. Instó a Trump a interpretar los controles de exportación de China como “una declaración económica de guerra contra Estados Unidos y una bofetada al Presidente Trump”.

“China ha disparado un arma cargada contra la economía estadounidense, buscando cortar el suministro de minerales críticos utilizados para fabricar los semiconductores que impulsan el ejército, la economía y los dispositivos que usamos todos los días, incluyendo coches, teléfonos, ordenadores y televisores”, dijo Moolenaar. “Todos los estadounidenses se verán afectados negativamente por la acción de China, y es por eso que debemos abordar las vulnerabilidades de Estados Unidos y construir nuestra propia influencia contra China”.

Para responder con contundencia, Moolenaar sugirió aprobar una ley que él patrocinó y que, según dijo, “pondría fin al trato comercial preferencial para China, construiría una reserva de recursos resiliente de minerales críticos, protegería la investigación y los campus estadounidenses de la influencia china y estrangularía el sector tecnológico de China con controles de exportación en lugar de venderle chips avanzados”.

Moolenaar también enfatizó las medidas que recomendó en septiembre y que, según él, Trump podría tomar para “crear una influencia real con China” frente a su dominio sobre las tierras raras.

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