Rusia ha llevado a cabo una nueva ofensiva masiva contra la población civil de Ucrania. En la madrugada del domingo, Moscú ejecutó su mayor ataque con drones en tres años y medio de conflicto, utilizando también misiles balísticos. La operación, que duró alrededor de siete horas, tuvo como uno de sus principales objetivos a Kiev, donde al menos dos personas, incluyendo un niño de un año, perdieron la vida. Además, los restos de un dron provocaron un incendio en el edificio del Gabinete de ministros.
Este ataque marca la primera vez que Rusia alcanza un edificio gubernamental en el transcurso de la invasión. La situación complica aún más las posibilidades de negociaciones de paz, a tres semanas de la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladímir Putin, en Alaska.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que el ataque evidencia el deseo del Kremlin de prolongar la guerra y pidió a Estados Unidos nuevas sanciones contra Rusia, así como la implementación de garantías de seguridad acordadas en la reciente cumbre de París. “Estos asesinatos son un crimen consciente y un alargamiento de la guerra”, expresó Zelenski en su cuenta de Telegram.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que Rusia “se burla de la diplomacia y pisotea el derecho internacional”, y prometió que Europa endurecerá las sanciones para aumentar la presión sobre Moscú. António Costa, presidente del Consejo Europeo, condenó la “versión de paz” de Putin, que, según él, implica hablar de paz mientras intensifican los bombardeos.
Los sistemas de alerta sonaron en varias ciudades de Ucrania antes de las diez de la noche del sábado, y las sirenas se mantuvieron activas durante gran parte de la madrugada. Kiev fue uno de los principales objetivos, con un número significativo de drones, en su mayoría del modelo Geran-2, lanzados desde la frontera rusa. El alcalde de la ciudad, Vitalii Klitschko, informó que el impacto de estos drones causó la muerte de al menos dos personas, incluyendo un niño que fue encontrado entre los escombros.
La ofensiva también dejó 17 heridos, entre ellos una mujer embarazada, y causó daños significativos en varios edificios, incluyendo uno de 18 plantas. A primera hora del día, tras levantarse el toque de queda, se podían ver columnas de humo en el cielo de Kiev, y uno de los edificios administrativos en el centro de la ciudad fue alcanzado por los restos de un dron interceptado, dañando el edificio del Gobierno.
Otras ciudades como Zaporiyia, Dnipró, Odesa y Krivói Rog también fueron atacadas, con un total de 805 drones y 13 misiles lanzados durante la noche, según la Fuerza Aérea ucraniana. Este ataque ha sido considerado un nuevo obstáculo para el diálogo y el inicio de un posible proceso negociador, especialmente tras el anuncio de una coalición de más de 30 países dispuestos a ofrecer garantías de seguridad a Ucrania.
Mientras tanto, en el frente de combate, Rusia ha agrupado alrededor de 100,000 soldados en dirección a Pokrovks, en Donetsk, un área clave para el control total de la región de Donbás.
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