El Ministerio de Salud de Santa Fe informó que se han robado 68 ampollas de fentanilo del Hospital J. B. Iturraspe, destinadas a la Unidad de Terapia Intensiva. A través de una denuncia formal ante la Justicia local, las autoridades aclararon que la medicación faltante no está relacionada con la marca HLB, implicada en un reciente caso de contaminación.
El hecho fue descubierto durante un control rutinario de stock de medicamentos en el centro de salud, ubicado en el norte de la ciudad capital. La denuncia por la sustracción podría encuadrarse en el Código Penal como hurto, según el artículo 162. En la presentación ante la Justicia, se solicitó investigar los hechos para determinar a los responsables y recuperar los bienes del hospital, advirtiendo sobre el peligro que su manipulación representa para la sociedad.
Mientras avanza la investigación judicial, las autoridades santafesinas también han iniciado una investigación administrativa interna para esclarecer lo sucedido con esta medicación, que es crucial para el tratamiento de pacientes críticos y en cirugías.
El director del centro de salud, Francisco Sánchez Guerra, indicó que al detectar el faltante se dio aviso a la cartera sanitaria de Santa Fe para que se inicie la investigación judicial. “Es un problema que esta droga, de uso hospitalario, esté en la calle. Por eso, tomamos cartas en el asunto de inmediato”, afirmó.
La autoridad sanitaria destacó que esta no es una droga contaminada y que, aunque 68 ampollas es una cantidad significativa, representa un consumo normal para un centro de salud de su magnitud. “Sin embargo, fuera del hospital, en un ambiente donde no se utiliza para lo que corresponde, es un problema muy grande”, insistió Sánchez Guerra.
Lo último sobre la investigación del fentanilo contaminado
Recientemente, el dueño del laboratorio que comercializó el fentanilo contaminado, que ha causado más de 80 muertes, apuntó contra un excolaborador. En diciembre, cuando se elaboraron los lotes del producto, comenzó las presentaciones ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para cerrar HLB Pharma y trasladar el negocio a Laboratorios Ramallo.
Ariel García Furfaro, el dueño, declaró ante el juez Ernesto Kreplak y la fiscal federal María Laura Roteta, y se refirió a la Anmat, respaldando al personal contratado en la planta de Ramallo. Se le imputa haber formado parte de una cadena de decisiones sobre la fabricación, distribución y adulteración de los lotes de fentanilo implicados.
La adulteración se debió a la contaminación del medicamento con las bacterias Klebsiella pneumoniae, Klebsiella variicola y Ralstonia mannitolilytica, según análisis realizados en el Instituto Malbrán.
Fuente original: ver aquí
