La eliminación de River en el Mundial de Clubes Sub 18 estuvo marcada por indisciplinas que generaron un ambiente de tensión. En los cuartos de final disputados en el estadio Municipal de Montilla, River perdió 2-0 frente a Real Madrid y sufrió tres expulsiones.
Durante un primer tiempo equilibrado, el encuentro comenzó a desvirtuarse debido a los excesos de los juveniles de River. A los 34 minutos, Gonzalo Pereyra fue expulsado tras una jugada donde impactó en el rostro de Rubén López. El árbitro mostró tarjeta roja directa, lo que provocó protestas desde las gradas. Pereyra, mientras se retiraba, hizo gestos provocativos hacia la tribuna.
En la segunda etapa, Real Madrid abrió el marcador con un gol de Mateo Garrido. Posteriormente, Bryan Bugarín aumentó la ventaja con un tiro libre tras la expulsión de Cirilo Pereyra, quien recibió una segunda amarilla por una falta clara sobre un rival. A medida que el clima se tornaba más tenso, Emiliano Quevedo fue expulsado a los 33 minutos, dejando a River con solo ocho jugadores.
Al finalizar el encuentro, los jugadores de River rodearon al árbitro, generando un tumulto que requirió la intervención de los cuerpos técnicos de ambos equipos para calmar los ánimos. La derrota ante Real Madrid no solo afectó el aspecto deportivo, sino que también dejó una mala imagen que obligará a los encargados del fútbol amateur a intervenir para corregir episodios de indisciplina.
River había llegado a esta instancia tras vencer a Como y Benfica, y empatar con Barcelona. La formación de River fue: Ramiro Buratti; Thiago Salvatierra, Juan Baldes, Cirilo Pereyra y Emiliano Quevedo; Ignacio Riera, Santiago Espíndola y Román Fernández; Lautaro Pereyra, Dilan Gerez Duarte y Gonzalo Pereyra.
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