River Plate no logró convertir en su encuentro contra Libertad, un resultado que se suma a la tendencia de los clubes argentinos en los octavos de final de las copas internacionales. A pesar de un primer tiempo decepcionante y una actitud que generó malestar en el técnico Marcelo Gallardo, el equipo regresó de Asunción con energías renovadas.
Empate sin goles en Asunción
El empate 0 a 0 en la Copa Libertadores obliga a que el Monumental se convierta en el escenario decisivo, donde River llegará con una actitud mejorada tras realizar cambios tácticos en el entretiempo. Pasó de ser un equipo desorientado a uno que presionó al rival, convirtiendo al arquero Martín Silva en la figura del partido.
River enfrenta el desafío de construir una alineación que se ajuste a su modelo de juego. Aunque no logró destacar en este primer partido de la llave, el equipo mostró que tiene el potencial para soñar con avanzar en el torneo.
Christian Alvarenga – Getty Images South America
El equipo paraguayo, Libertad, mostró superioridad en el control del balón, lo que complicó a River, que no logró adaptarse a la estrategia del rival. A pesar de contar con jugadores de mayor calidad, el equipo argentino no pudo superar la defensa guaraní.
En el segundo tiempo, Gallardo realizó tres modificaciones que revitalizaron el juego de River. La entrada de Juan Fernando Quintero, Nacho Fernández y Sebastián Driussi cambió la dinámica, permitiendo al equipo generar más oportunidades y poner en aprietos al arquero Silva.
Aunque River dejó escapar una oportunidad clara de marcar, el esfuerzo y la actitud mostrada en el segundo tiempo son motivos para el optimismo de cara al partido de vuelta en el Monumental.
River, un equipo de dos caras, tendrá la posibilidad de sellar su clasificación en casa, donde deberá sumar fluidez y puntería para avanzar en la Copa Libertadores.
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