Los rituales de limpieza energética y atracción de abundancia son ideales para realizar al comienzo de cada mes. Según el Feng Shui y diversas corrientes astrológicas, septiembre es un mes propicio para abrir caminos y recargarse de energía positiva, dado que marca el cambio de estación del invierno a la primavera, simbolizando la muerte y el renacimiento.
Ritual 1: encender una vela blanca
Uno de los rituales más sencillos pero poderosos consiste en encender una vela blanca durante el primer día del mes. El blanco representa pureza, claridad mental y protección. Al encenderla, se recomienda seguir estos pasos:
- Buscar un espacio tranquilo.
- Respirar profundo tres veces.
- Visualizar metas, como un nuevo trabajo o abundancia económica.
- Decretar en voz alta o escribir lo que se desea atraer durante septiembre.
Este acto simbólico ayuda a enfocar la intención y atraer vibraciones positivas.
Ritual 2: quemar hojas de laurel
La quema de laurel es un clásico del Feng Shui para abrir caminos y atraer éxito. Es ideal para quienes desean activar la energía del dinero y proyectos laborales. Para este ritual se necesitarán:
- Hojas de laurel secas
- Un cuenco resistente al fuego o un cenicero
- Cerillos o encendedor
- (Opcional) Una lapicera roja o azul para escribir deseos en cada hoja
Paso a paso del ritual de laurel
- Escribir intenciones en cada hoja de laurel.
- Encender una por una dentro del cuenco, con cuidado.
- Visualizar metas cumplidas mientras se consumen.
- Agradecer por anticipado, como si ya se hubiera recibido.
Se recomienda realizar este ritual en un espacio ventilado, con puertas y ventanas abiertas para que fluya la energía.
Ritual 3: lavado de manos con sal
La sal es un purificador natural. Comenzar el mes lavándose las manos con sal ayuda a limpiar simbólicamente cualquier carga emocional o energética del mes anterior.
Instrucciones:
- En un recipiente, mezclar un puñado de sal gruesa (o fina) con agua limpia.
- Frotar las manos con esta mezcla mientras se piensa en lo que se quiere dejar atrás.
- Enjuagar con agua corriente y sentir cómo se renueva la energía.
Este gesto simple ayuda a cortar lazos con situaciones estancadas y a predisponerse con mayor liviandad para lo nuevo.
Fuente original: ver aquí