Franco Pinilla, oriundo de la Patagonia argentina, y Rafael Ávila Melo, nacido en la Isla del Pico, en el archipiélago portugués de las Azores, inauguraron hace más de un año su restaurante Bioma. Definen su propuesta como una “cocina de producto ligada a tradiciones, costumbres e historias”, según contaron a LA NACION. Un puñado de ingredientes bien seleccionados y la cercanía entre chefs y comensales integran la fórmula que distingue al lugar.
El destino los reunió por primera vez en julio de 2019, durante un evento gastronómico en Buenos Aires. Pinilla estaba a cargo de la cocina en Mishiguene, un restaurante porteño clasificado entre los 50 mejores del mundo, mientras que Ávila Melo trabajaba en el restaurante Nerua, en el Museo Guggenheim de Bilbao. Se conocieron pelando doscientos alcauciles. “Los pelamos obsesivamente bien; ahí, en medio de ese trabajo, tuvimos tiempo de hablar”, evocó el argentino.
Su pasión por la cocina había nacido temprano. A los 17 años, Pinilla trabajaba en una parrilla familiar en El Bolsón, donde descubrió su vocación. “Ahí me di cuenta de que me gustaba el mundo de la gastronomía”, recordó. Más tarde estudió pastelería en Bariloche y, después, se instaló en Buenos Aires. Su carrera avanzó con rapidez: a los 20 ya trabajaba en Mishiguene y, a los 22, se convirtió en jefe de cocina.
Ávila Melo, por su parte, nació en la Isla del Pico y su vocación fue impulsada por una frase de su madre. “Cuando tenía 6 años, mi madre me dijo en broma que los cocineros ganaban mucho dinero”, recordó. A los 14, ingresó en la escuela de cocina y pronto sumó prácticas en Porto y Bilbao.
En agosto de 2022, durante un viaje por España y Portugal, Pinilla decidió pasar unos días en la Isla del Pico junto a Ávila Melo. En una charla distendida, surgió la idea de abrir un restaurante: “Este es un buen lugar para abrir un restaurante”.
Después de varias conversaciones, Pinilla se mudó a la Isla del Pico en enero de 2023, donde comenzaron a crear su huerta orgánica y a elaborar conservas. Alquilando una antigua panadería, lograron avanzar en su proyecto a pesar de los desafíos económicos. En mayo de 2024, abrieron Bioma, con una propuesta centrada en ingredientes locales y técnicas argentinas.
El restaurante ofrece tres menús que combinan tradición e innovación, donde los clientes nunca saben exactamente qué van a comer. “El cliente nunca sabe qué va a comer. Compra una experiencia”, afirmaron los chefs.
Hoy, Bioma ha logrado consolidarse en la Isla del Pico, atrayendo tanto a turistas como a locales y marcando un nuevo rumbo en la gastronomía de la región.
Fuente original: ver aquí
