En un contexto de creciente tensión política, un legislador republicano de California ha propuesto dividir el estado en dos entidades distintas. James Gallagher, líder de la minoría en la Asamblea y representante de Yuba City, presentó la Resolución Conjunta 23, que busca que 35 condados del interior conformen un nuevo estado.
División de California: la propuesta republicana para dar voz al interior rural
Gallagher justificó su iniciativa en el hartazgo de amplias regiones rurales por lo que consideran un dominio político de las áreas urbanas y costeras de California. Según explicó, el nuevo estado podría alcanzar una población de diez millones de habitantes y convertirse en un motor económico gracias a su producción agrícola, energética y tecnológica.
El legislador republicano sostuvo que la reforma aprobada recientemente por los demócratas para redibujar los distritos electorales terminó de encender la chispa. El gobernador Newsom impulsó un mapa que, en opinión de Gallagher, “suprime la voz del norte y el interior” al concentrar aún más la representación en áreas favorables al oficialismo.
En declaraciones citadas por Courthouse News, Gallagher lanzó una frase contundente dirigida al mandatario: “Estoy diciendo, Gavin, deja ir a mi gente”. Con ello reforzó la idea de que el único camino que les queda a quienes se sienten marginados es la creación de un nuevo estado.
Historia de la secesión en California: intentos de dividir el estado desde 1859
Aunque hoy parezca disruptiva, la propuesta de separar California no es nueva. Sus raíces se remontan a mediados del siglo XIX, cuando en 1859 los votantes aprobaron la división en dos jurisdicciones. La iniciativa nunca prosperó porque el Congreso estadounidense quedó absorbido por la Guerra Civil.
El tema reapareció en distintas etapas. En la última década, condados del norte como Siskiyou, Modoc, Tehama, Glenn, Yuba y Sutter manifestaron abiertamente su intención de independizarse de Sacramento. Incluso en 2022, San Bernardino votó a favor de explorar vías de secesión si no recibía un trato más equitativo en el reparto de fondos estatales.
La resolución presentada en la Legislatura de California en agosto de 2025 reavivó esa tradición. El texto formal de la AJR 23 enumeró a las localidades que podrían conformar la nueva entidad:
- Desde el norte: Siskiyou, Modoc, Lassen, Trinity, Del Norte, Shasta y Tehama.
- En el centro: Butte, Plumas, Sutter, Yuba, Nevada, Placer, El Dorado, Calaveras, Tuolumne y Mariposa.
- En el valle: San Joaquin, Stanislaus, Merced, Madera, Fresno, Kings y Tulare.
- En el sur y la zona desértica: Kern, Inyo, Mono, Riverside, Imperial y San Bernardino.
- Otros condados, como Colusa, Amador o Glenn, figuran entre los adherentes iniciales, con posibilidad de sumar a más que decidan incorporarse.
El planteo oficial sostuvo que esta división “preservaría las fronteras históricas de las comunidades” y daría lugar a gobiernos más eficientes, con mayor competencia y receptividad hacia sus habitantes.
Redistribución electoral en California: el trasfondo político de la AJR 23
El verdadero motor detrás de la iniciativa fue el rediseño de los distritos congresionales impulsado por Newsom. La Legislatura controlada por los demócratas aprobó un mapa que, según la oposición, asegurará ventajas electorales hasta 2030. El propio gobernador convocó a una elección especial en noviembre para ratificar esa decisión y reemplazar a la comisión independiente de redistribución.
Para Gallagher, la maniobra es un ejemplo claro de gerrymandering, es decir, la manipulación de los límites electorales con fines partidarios. “Tal vez la nafta llegue a costar 10 dólares por galón para cuando terminen, pero nosotros queremos otro rumbo”, ironizó el legislador.
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