J.B. Pritzker, gobernador de Illinois, se opone al posible despliegue de la Guardia Nacional en Chicago, calificando esta medida como “inconstitucional e ilegal”. Durante una conferencia de prensa junto al alcalde de la ciudad, Brandon Johnson, Pritzker expresó su preocupación por la falta de una emergencia que justifique tal acción.
El comunicado oficial del gobernador de Illinois
Pritzker, junto a funcionarios electos y autoridades policiales, advirtió que no hay ninguna situación que requiera la intervención de la Guardia Nacional en la ciudad. “Hago sonar la alarma sobre la verdadera crisis que enfrentamos hoy. No existe ninguna emergencia en Chicago que requiera una intervención militar armada que perturbe la vida cotidiana de nuestra gente”, afirmó el gobernador.
Además, Pritzker señaló que el despliegue de tropas no tiene precedentes a nivel nacional y contradice los valores defendidos por los fundadores de Estados Unidos, acusando a Trump de proponer una medida “antiestadounidense”. “Lo que está haciendo el presidente Trump no tiene precedentes y es injustificado. Es ilegal. Es inconstitucional. Y es antiestadounidense”, agregó.
El gobernador también mencionó que él y el alcalde Johnson no fueron notificados por la administración Trump sobre el posible despliegue, enterándose a través de los medios de comunicación. Consideró que esta acción busca intimidar a los rivales políticos del presidente.
El pedido del gobernador a Donald Trump
Tras expresar su desacuerdo, Pritzker le solicitó a Trump que no visitara Chicago, afirmando que no es “querido ni necesario” en la ciudad. “Hoy, en la Oficina Oval, Donald Trump miró a las cámaras y me pidió que dijera: ‘Señor Presidente, ¿podría hacernos el honor de proteger nuestra ciudad?’. En lugar de eso, le dije: ‘Señor Presidente, no venga a Chicago. No lo queremos ni lo necesitamos aquí'”, concluyó Pritzker.
El despliegue de tropas en Chicago: qué se sabe hasta el momento
El pasado 22 de agosto, Trump confirmó su intención de enviar a la Guardia Nacional a Chicago, argumentando que la ciudad enfrenta un “desastre” en temas de seguridad y delincuencia debido a la “incompetencia” de Brandon Johnson. “Haremos que nuestras ciudades sean sumamente seguras”, afirmó el presidente, sugiriendo que Chicago sería la siguiente ciudad tras Washington D.C. para recibir este tipo de intervención.
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