Google ha lanzado sus nuevos Pixel 10, incorporando la tecnología Qi2, un estándar de carga inalámbrica que utiliza imanes para alinear el cargador de manera óptima. Esto permite una mejor sujeción, mayor velocidad y una nueva gama de accesorios magnéticos, similar al sistema MagSafe de Apple, conocido como Pixelsnap.
No obstante, esta innovación conlleva una desventaja: no todos los modelos cargan a la misma velocidad y, además, se ha eliminado una función de la batería que había estado presente durante años.
Hola, Qi2; adiós, carga inalámbrica inversa
La llegada de Qi2 ha sido una de las principales novedades de la serie Pixel 10. Aparte de permitir la acoplamiento magnético de accesorios, este nuevo estándar trae consigo varios beneficios. Sin embargo, Google no ha informado que esta mejora implica la eliminación de la carga inalámbrica inversa, también conocida como ‘Battery Share’ o ‘Compartir batería’, que permitía utilizar el teléfono como una batería externa para cargar otros dispositivos.
Google ha comunicado que esta decisión se debe a que los imanes utilizados para la carga Qi2 limitan físicamente la posibilidad de implementar la carga inversa. Esto ha generado críticas, ya que la función de carga inversa estaba disponible desde el Pixel 5.
No todos los modelos cargan igual
Es relevante señalar que, aunque todos los Pixel 10 cuentan con tecnología Qi2, no todos ofrecen la misma velocidad de carga. El modelo Pixel 10 Pro XL soporta Qi2.2, alcanzando hasta 25W, mientras que los otros modelos, como el Pixel 10, Pixel 10 Pro y Pixel 10 Pro Fold, se limitan a Qi2, lo que significa una velocidad de carga de 15W.
A pesar de que la carga inalámbrica inversa no era una función ampliamente utilizada, su eliminación ha sido un cambio inesperado para los usuarios de los nuevos dispositivos.
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