Pipo Gorosito es un hombre de barrio y del fútbol. Conocido en San Fernando, su hogar, juega al fútbol desde pequeño. Es un personaje polémico que desprecia la tecnología y se apoya en lo tradicional. Se le reconoce por tener tantos amigos como enemigos en el ámbito futbolístico, y aunque sus equipos no siempre reflejan su estilo audaz, ha tenido una carrera marcada por la falta de títulos importantes.
Gorosito, quien surgió en River y ha tenido vínculos con Tigre y San Lorenzo, ha enfrentado una vida como entrenador con 61 años y varias cicatrices. Ha dirigido a 14 equipos, tanto en Argentina como en Europa, y ha logrado solo dos títulos: con Tigre y Olimpia. Sin embargo, en este momento de su vida, ha encontrado su lugar en el mundo.
Su actual éxito se encuentra en Lima, Perú, con Alianza Lima, un club que ha despertado gracias a su liderazgo. Recientemente, el equipo peruano logró una victoria de 2 a 1 sobre la Universidad Católica de Ecuador, clasificándose así a los cuartos de final de la Copa Sudamericana con un global de 4-1, algo inédito para un equipo que solía tener dificultades en competiciones internacionales.
Alianza Lima, bajo su dirección, ha marcado un hito al clasificarse directamente a las semifinales, un hecho significativo para el fútbol peruano. Gorosito se ha convertido en un símbolo de la resurrección del fútbol en Perú, comparable a la era de Ricardo Gareca con la selección nacional.
Gorosito ha expresado su deseo de salir campeón con Alianza Lima, destacando la historia y el legado del club. Su enfoque directo y su conexión con los jugadores y la afición han sido clave en su éxito. Con un estilo de juego que desafía las convenciones, ha logrado que el equipo gane más partidos en una temporada que en los últimos 13 años.
El entrenador se ha ganado el respeto y la admiración de los aficionados, quienes valoran su compromiso y su visión para el club. Su objetivo es claro: llevar a Alianza Lima a la cima del fútbol sudamericano.
Fuente original: ver aquí
