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Oración a San Agustín: historia y cómo rezarle

San Agustín de Hipona es celebrado el 28 de agosto por la iglesia católica, en recuerdo del santo patrono de “los que buscan a Dios”. Su historia de conversión al cristianismo y su camino hacia la fe han inspirado a fieles que lo consideran una figura central. Además, el 27 de agosto se conmemora a su madre, Santa Mónica.

Oración a San Agustín

Según la Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa), este santo tiene su propia novena, una serie de rezos que se realizan durante nueve días para solicitar su asistencia. La siguiente oración es para pedirle una gracia a San Agustín:

Oh San Agustín, guía luminosa en el sendero espiritual, escucha mi súplica. Con humildad me acerco a ti buscando tu intercesión ante la divina providencia.

Reconozco mis debilidades y flaquezas, mis luchas internas contra las tentaciones del maligno. Imploro tu ayuda para transformar mi ser, para renunciar a las sendas oscuras y abrazar la luz del camino recto.

Concédeme, oh santo padre, la fuerza interior para resistir las seducciones del mal, la sabiduría para discernir el bien del mal, y el coraje para seguir los preceptos divinos.

Que tu ejemplo de conversión y entrega a Dios inspire mi propio cambio de corazón. Que, como tú, pueda experimentar la gracia redentora y encontrar la paz en el amor de nuestro Señor.

Intercede por mí ante el trono celestial, para que, mediante tu poderosa intercesión, pueda alcanzar la transformación espiritual que anhelo.

Amén

La historia de San Agustín

San Agustín nació el 13 de noviembre del 354 en Tagaste, actual Argelia. Su padre era pagano y su madre era devota cristiana, quien le dio una educación cristiana desde temprana edad. Sin embargo, no se sintió inspirado por la fe y estudió filosofía, gramática y oratoria.

Profesó el maniqueísmo y vivió varios años buscando placeres y cuestionando el cristianismo. Esta búsqueda lo llevó a Roma, donde se enfermó gravemente y solicitó ser bautizado, pero al recuperarse, canceló sus planes.

Tras este episodio, viajó a Milán, donde fue nombrado orador del emperador. Allí conoció al obispo San Ambrosio, lo que lo llevó a acercarse a las Santas Escrituras. A los 32 años, se convirtió al catolicismo y decidió vivir en castidad.

Se retiró junto a su madre, Santa Mónica, a un pueblo cercano a Milán para vivir con austeridad. En 387, el obispo Ambrosio lo bautizó, y poco después falleció su madre, lo que lo llevó a volver a África a meditar. Allí conoció al obispo Valerio de Hipona, quien le sugirió convertirse en sacerdote.

En 391, fue proclamado sacerdote a cargo de la Iglesia en Tagaste, Argelia. Se despojó de sus bienes y donó su dinero a los pobres, predicando la austeridad. Gracias a sus estudios y experiencia de fe, escribió varias obras, entre ellas Confesiones, Regla, Retractaciones y La ciudad de Dios.

San Agustín falleció el 28 de agosto de 430 a los 72 años. Aunque fue enterrado en Hipona, sus restos se encuentran actualmente en Pavia, Italia.

Fuente original: ver aquí