En las tranquilas calles de Buenos Aires, un grupo de nuevas pizzerías está rescatando el espíritu de las tradicionales pizzerías de barrio. Con un enfoque en fermentaciones largas y productos de estación, estas pizzerías buscan ofrecer una experiencia auténtica y nostálgica.
La esencia de la pizza porteña
La pizza es considerada una institución en la gastronomía porteña. El periodista y crítico gastronómico italiano Pietro Sorba, en su libro “Nuestra pizza, una pasión redonda”, describe su asombro ante la pizza de muzzarella, caracterizada por su esponjosidad y su abundante queso.
Además de las pizzerías icónicas, la oferta gastronómica de la ciudad ha crecido, incorporando variantes como la pizza con masa madre, frita y con fermentaciones prolongadas, sin perder el alma de barrio.
Pizzerías destacadas
Fornole (Villa Urquiza): Ubicada en un antiguo taller mecánico, esta pizzería destaca por su horno y su cocina abierta. Ofrece una extensa carta de vinos y un ambiente que recuerda a las pizzerías tradicionales.
Culpina (Chacarita): Con un enfoque en la larga fermentación y la selección cuidadosa de ingredientes, sus pizzas se caracterizan por ser aireadas y crocantes, ideales para disfrutar en el local o para llevar.
La Casa Blanca de Habana (Villa Pueyrredón): Esta pizzería honra los clásicos de la gastronomía porteña, como el moscato, y ofrece un menú que incluye pizzas elaboradas con masa madre y una variedad de sabores innovadores.
Gordo Chanta (Villa Crespo): Nacida durante la pandemia, esta pizzería ha ganado popularidad por sus variedades no convencionales y su selección de vinos, buscando ofrecer una experiencia única a los vecinos y sibaritas del barrio.
Con estas propuestas, las nuevas pizzerías de Buenos Aires buscan no solo alimentar, sino también revivir recuerdos y momentos compartidos alrededor de una buena pizza.
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