Miranda de la Serna, hija de la actriz Érica Rivas y del actor Rodrigo de la Serna, se destaca por su parecido físico con su madre y por haber heredado su talento. A sus 24 años, Miranda se encuentra en el centro de atención gracias a su participación en Verano Trippin, la ópera prima de Morena Fernández Quinteros, que se estrena este jueves y cuenta con la colaboración de Lali Espósito.
Durante una entrevista, Miranda expresó que se siente emocionalmente similar a sus padres, destacando que “soy llorona, como ellos”. Su personalidad y energía la hacen destacar en la pantalla, y su carrera cinematográfica apenas comienza a despegar.
En la película, Miranda comparte protagonismo con Zoe Hochbaum, y ambas actrices han forjado una amistad durante el rodaje, que describe como un “viaje de egresados a Bariloche”. La trama de Verano Trippin aborda la transición de la adolescencia a la adultez y explora las complejidades de la amistad y el desamor.
Miranda también reflexionó sobre su proceso de selección de proyectos, indicando que a veces consulta con sus padres, pero se siente más inclinada a seguir su intuición y elegir aquellos que la conmueven personalmente. “Mis papás me enseñaron a decir no”, afirmó, resaltando la importancia de tomar decisiones que resuenen con su identidad artística.
La joven actriz ha tenido experiencias significativas en su carrera, como interpretar a la novia en Bodas de sangre de Federico García Lorca, un papel que considera uno de los más hermosos y desafiantes. “Hacer Lorca es el sueño de todos los actores”, comentó.
En cuanto a su vida personal, Miranda aseguró que no siente presión por el matrimonio, y que, si alguna vez decide casarse, sería más por un acto simbólico que por la institución misma. “No me interesa la institución Iglesia”, añadió.
Miranda de la Serna continúa forjando su propio camino en el mundo del cine, llevando consigo el legado de sus padres y dejando su huella en cada proyecto que emprende.
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