El Gobierno argentino enfrenta un momento de inestabilidad debido a las repercusiones del escándalo relacionado con la grabación de audios de Diego Spagnuolo, y ahora se suman presuntas grabaciones clandestinas de Karina Milei. Este contexto ha llevado a la mesa chica de Javier Milei a una situación de escasa capacidad de reacción.
Las primeras grabaciones, difundidas por el periodista Mauro Federico en el canal de streaming Carnaval, no comprometen a Karina Milei, según su entorno. Sin embargo, la situación ha generado sorpresa en la Casa Rosada, donde se cuestiona la sofisticación de la operación detrás de la filtración de estos audios.
El portavoz Manuel Adorni advirtió que, de ser auténticos los audios, se trataría de un escándalo sin precedentes, ya que sería la primera vez que se graba a un funcionario dentro de la Casa Rosada. Además, considera que la difusión de estos audios a pocos días de las elecciones en la provincia de Buenos Aires es parte de una operación para desestabilizar al gobierno.
El material en cuestión parece ser de una reunión antigua y su legalidad es incierta. En el Gobierno, no se tiene claridad sobre la extensión del material grabado, lo que dificulta la planificación de una respuesta adecuada.
La falta de comunicación y estrategias claras entre los sectores del Gobierno ha exacerbado la crisis. Las disputas internas entre los Menem y el asesor presidencial Santiago Caputo han impedido una respuesta unificada. Javier Milei ha decidido no apartar a “Lule” Menem, a pesar de las recomendaciones de algunos funcionarios, prefiriendo centrar su atención en Spagnuolo.
A medida que el clima de desconfianza se intensifica, los Menem han negado cualquier influencia en las contrataciones de la Agencia de Discapacidad, insistiendo en que se trata de una operación del kirchnerismo. Sin embargo, algunos colaboradores de Karina Milei sugieren que el Gobierno debería haber tenido mejores controles para evitar la difusión de los audios.
Finalmente, a pesar de las tensiones internas, los Milei mantienen su apoyo a los Menem, quienes continúan activos en la política y en la relación con Karina Milei. El Presidente no está dispuesto a tomar medidas drásticas en este momento, ya que podría dejar a su administración vulnerable ante futuras crisis.
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