La gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, tiene dos cicatrices —una en la cabeza y otra en la pierna— que le recuerdan su infancia y su lucha por la justicia. A sus 61 años, estas marcas son el reflejo de los golpes que recibió al ser una de las primeras alumnas afroamericanas en una escuela de mayoría blanca en el sur de Georgia, tras la abolición del segregacionismo por el Tribunal Supremo.
Cook, quien ha sido objeto de intentos de despido por parte de Trump, ha presentado una demanda para impedirlo, proviene de la era de los derechos civiles, donde los afroamericanos lucharon por la igualdad. Su investigación académica se ha centrado en los efectos del racismo y la segregación en la economía de las minorías y en la sociedad en general.
Tras el anuncio de Trump sobre su despido, Cook respondió: “no tengo ninguna intención de dejarme amedrentar para que renuncie a mi posición por unas dudas planteadas en un tuit”. En su carta de despido, Trump la acusó de fraude hipotecario, alegando que había descrito dos propiedades como su residencia principal para obtener préstamos a tipos de interés más bajos. También se menciona que Cook posee otra vivienda en Cambridge, Massachusetts, que declara como segunda residencia pero que tiene alquilada.
Trump sostiene que estas acusaciones constituyen “causa justificada” para su despido, aunque no se han presentado cargos formales. La normativa de la Reserva Federal permite al presidente despedir a los gobernadores, pero no define claramente qué constituye causa justificada. Este intento de despido no tiene precedentes en la historia de la Reserva Federal.
El conflicto legal entre ambos podría definir el futuro de la Reserva Federal como entidad independiente. Trump afirma que tiene la autoridad para determinar qué es causa justificada, mientras que los abogados de Cook argumentan que las alegaciones son simplemente un error administrativo y no justifican su despido.
Cook, que ha aprendido varios idiomas y tiene un historial académico destacado, ha enfrentado oposición política durante su nombramiento en la Fed. Su confirmación fue aprobada por el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, y desde entonces ha mantenido un perfil bajo, participando en comités enfocados en la protección del consumidor y la estabilidad financiera.
Conocida por su compromiso con la igualdad, Cook es un modelo a seguir para jóvenes afroamericanas que enfrentan barreras en la educación superior. Nació en 1964 en Milledgeville, Georgia, en una familia activa en el movimiento por los derechos civiles. Se graduó en una universidad solo para mujeres y continuó su formación en instituciones prestigiosas, obteniendo su doctorado en Economía en la Universidad de California-Berkeley.
Uno de sus estudios más destacados investiga los efectos económicos de la segregación y las leyes racistas en Estados Unidos, concluyendo que la discriminación afecta no solo a las víctimas directas, sino a la sociedad en su conjunto.
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