Al ingresar a TikTok e Instagram, se observa una notable similitud en los anuncios, que promocionan productos diversos como startups, podcasts, aplicaciones o eventos. Según el Wall Street Journal, esto se debe a la estrategia de viralización de contenidos en estas plataformas, lo que ha propiciado el surgimiento de los clippers, editores que generan ingresos trabajando en línea.
Mamá, de mayor quiero ser clipper. Los clippers son responsables de transformar contenidos largos de plataformas como YouTube, Twitch o Spotify en formatos cortos que se viralizan en TikTok, Reels de Instagram y Shorts de YouTube. También editan vídeos promocionales para empresas que buscan aumentar la visibilidad de sus productos.
Crear un vídeo atractivo y efectivo no es una tarea sencilla, pero un elemento casi siempre presente son los subtítulos. Existen granjas de influencers y de clicks, lo que también implica la existencia de granjas de anuncios.
No hace falta tener una cuenta grande. Las empresas a menudo optan por pagar a clippers para que suban vídeos a cuentas pequeñas que logran viralizar contenidos gracias al funcionamiento de los algoritmos. Además, estos editores pueden utilizar herramientas de edición online o gratuitas como CapCut para facilitar su trabajo.
Hay hasta plataformas especializadas. Whop es un ejemplo de plataforma que conecta a creadores con marcas, identificando el potencial de los clips cortos como formato publicitario viral. Esta actividad se promociona en sitios como Clipthis y YT Jobs, así como en Reddit.
El auge de estos vídeos ha llevado a emprendedores como Pieter Levels (@levelsio) a ofrecer herramientas de vídeos generados por IA que crean subtítulos utilizando la API de Capcut. Levels ha indicado que planea mover su marketing a TikTok debido a los resultados positivos obtenidos.
El modelo de negocio. En Whop, las tarifas por clip pueden variar entre 0,50 y 5 dólares, aunque el Wall Street Journal menciona que el promedio es de aproximadamente 2 dólares. Un ejemplo es Kanoah Cunningham, un ex trabajador del sector financiero que lidera un equipo de ocho clippers y genera entre 20.000 y 30.000 dólares mensuales. Otro caso es el de Nathan Resnick, quien paga 15.000 dólares al mes a unos 50 clippers.
A diferencia de plataformas como Fiverr o Upwork, donde se paga un precio fijo por un trabajo final, en Whop hay múltiples clippers creando vídeos para el mismo anuncio, y solo aquellos que logran un número considerable de visualizaciones obtienen ganancias. La clave para un clip exitoso, según Cunningham, es “construir un relato”.
Los números que explican el fenómeno. Las marcas prefieren generar cientos de clips y millones de visualizaciones a un costo reducido, en lugar de pagar a un influencer por un solo vídeo. Roy Lee, fundador de Cluely, sostiene que “eres estúpido si estás haciendo un podcast de una hora y solo lo publicas en un canal”. Esto se debe a que su campaña en TikTok logró 12 millones de visitas en total.
Max Peterson, que dirige un mercado de clips en Discord, también ha tenido éxito, logrando 500 millones de visitas totales para un robot humanoide avanzado con un presupuesto de 40.000 dólares.
Sí, pero. A pesar de que las marcas buscan que sus vídeos sean difundidos en múltiples canales, TikTok e Instagram pueden marcarlos como contenido robado o copiado, lo que obliga a los clippers a cuidar cómo editan sus “creaciones”.
Otro problema que surge con esta práctica de viralización masiva es la veracidad de los clips, que puede verse comprometida por la voluntad del editor. Según Cunningham, a menudo se distorsiona la verdad en los subtítulos o se altera el significado original del vídeo para atraer más visitas.
Imagen | Cadaea y Alpha Film Co
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