La Matanza, el partido más poblado de la provincia de Buenos Aires, se ha convertido en un termómetro de la inseguridad en el conurbano. La tasa de homicidios en esta región duplica el promedio provincial, lo que ha generado preocupación entre sus habitantes.
Un caso emblemático
Rubén Carballo, chofer de una aplicación de viajes, fue asaltado recientemente y resultó herido durante el ataque. A pesar de la violencia, logró defenderse y mató a uno de los asaltantes. Este incidente resalta la realidad que enfrentan los vecinos de La Matanza, donde el uso de chalecos antibalas y armas se ha vuelto común entre quienes trabajan en la zona.
El suceso ocurrió en Virrey del Pino, donde Carballo fue atacado por varios delincuentes que se hicieron pasar por pasajeros. A pesar de ser golpeado y apuñalado, pudo sacar su arma y disparar, lo que llevó a los asaltantes a huir.
Datos alarmantes
La Matanza presenta una tasa de homicidios de 8,11 por cada 100.000 habitantes, significativamente más alta que el promedio provincial de 4,76 y el nacional de 3,8. En 2024, se registraron 155 homicidios en el distrito, lo que representa un 17,3% del total de asesinatos en la provincia.
Además, el 80% de los delitos se cometieron con armas de fuego, lo que indica un aumento en la violencia y un deterioro en el control estatal. La situación ha llevado a los habitantes a tomar medidas extremas para protegerse, como en el caso de Carballo.
La violencia en La Matanza no solo afecta a sus residentes, sino que también tiene un impacto en la política local, dado que es un área clave en las elecciones. La creciente criminalidad plantea serios desafíos para las autoridades y la seguridad pública en la región.
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