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La soja de primera es poco competitiva en la campaña 2025/26

En la campaña 2025/26, los cultivos más destacados en la zona sur de Buenos Aires serán el maíz de primera y la cebada combinada con soja de segunda. Según un productor de Necochea, la soja de primera no genera mucho interés debido a que los márgenes esperados son inferiores a 50 dólares por hectárea en campos alquilados. En contraste, el maíz temprano, el girasol y el doble cultivo pueden ofrecer entre 100 y 150 dólares por hectárea, dependiendo de los rendimientos.

Esta tendencia se debe a que en una cooperativa del sur de Buenos Aires están ofreciendo 220 dólares por tonelada de cebada cervecera y 200 dólares en el momento de la cosecha. Si el cultivo tiene calidad forrajera, los precios son 188 y 180 dólares por tonelada, respectivamente.

Los buenos precios y la posibilidad de sembrar soja antes que con trigo, gracias al ciclo corto de la cebada, han incentivado la siembra de esta especie, que podría alcanzar 1,3 millones de hectáreas. Un productor menciona que los cultivos están en buenas condiciones, con lluvias recientes de 50-60 mm que han favorecido su desarrollo.

Cebada

La cebada se perfila para tener una buena campaña, con condiciones climáticas favorables que podrían generar rendimientos de hasta 6000 kilos por hectárea en lotes adecuados. Por otro lado, la soja de primera no muestra un buen desempeño en la zona núcleo, donde los márgenes en campos alquilados y con rendimientos normales podrían ser nulos o inferiores a 50 dólares por hectárea. En esta región, el maíz de primera puede generar más de 200 dólares por hectárea, mientras que un cultivo de trigo/soja podría ofrecer entre 150 y 200 dólares.

Este panorama plantea desafíos para el cultivo de soja de primera, y es posible que parte de la superficie destinada a este cultivo en la campaña 2024/25 se dirija hacia maíz o girasol, dependiendo de las relaciones de precios actuales. Esta reorientación podría ser necesaria para mantener la rotación y anticipar una recuperación de precios. También podría ser una opción para lotes de bajo potencial para maíz y para empresas que enfrentan problemas financieros, que optarían por la soja debido a su menor costo de implantación.

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