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La sidra del País Vasco se beneficiará de una planta agrovoltaica

El uso compartido del suelo es una de las grandes polémicas que siguen agitándose en el campo: muchos agricultores no ven con buenos ojos que los cultivos convivan con paneles solares. Sin embargo, cada vez son más los estudios y proyectos que demuestran que la agrovoltaica puede ser una optimización real para el sector. En Álava, Iberdrola quiere probarlo con manzanos para sidra.

Detalles del proyecto

Iberdrola, en colaboración con el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, construirá una nueva planta agrovoltaica en Álava. Este proyecto se desarrollará en terrenos cedidos por el ayuntamiento dentro del programa municipal “Vitoria-Gasteiz: Ciudad Laboratorio”.

La explotación agrícola estará a cargo de Sidrería Kuartango, referente en investigación agraria en la provincia, cuyo objetivo es impulsar la producción local de manzana para sidra. Por su parte, la instalación de 901 kW en placas fotovoltaicas ha sido el único proyecto de carácter agrovoltaico seleccionado en el País Vasco dentro de la Primera Convocatoria de ayudas a proyectos innovadores de energías renovables y almacenamiento.

Beneficios de la agrovoltaica

Según ha indicado Iberdrola, el proyecto responde a una doble necesidad: producir energía verde y, al mismo tiempo, mejorar el rendimiento agrícola. De esta manera, los paneles generan sombra sobre los manzanos, reducen la irradiación y el estrés térmico, protegen frente a la climatología adversa del cambio climático, mejoran la calidad del suelo y reducen el consumo de agua.

Innovaciones técnicas

La instalación contará con varias innovaciones destinadas a optimizar tanto la producción de energía como el cultivo. Un software de inteligencia artificial, desarrollado por la empresa vasca Powerful Tree, ajustará en cada momento la orientación de las placas para asegurar el mejor rendimiento de los manzanos. Los módulos se situarán sobre una estructura porticada de 4,1 metros de altura, que permitirá el crecimiento del arbolado y el tránsito de maquinaria agrícola. Además, se incorporará un sistema de cables tensados en acero de alta resistencia, pensado para reducir los costes de mantenimiento.

Los paneles serán bifaciales de 700 W, capaces de captar energía solar por ambos lados, y estarán acompañados de tres inversores con una potencia total de 750 kW. El conjunto se completará con un sistema de almacenamiento de 240 kW, que ofrecerá una autonomía de dos horas.

Ejemplos internacionales

Este nuevo proyecto recuerda al de la bodega de La Volta en la Puglia, Italia, que instaló 7.770 paneles solares en sus viñedos. Los resultados fueron claros: la vendimia se retrasó entre tres y cuatro semanas, mejorando la calidad de la uva, y se redujo un 20% el consumo de agua de riego.

La fórmula también funciona con ganado. En Nueva Gales del Sur, Australia, un estudio demostró que el pastoreo de ovejas merinas bajo paneles solares mejoró la calidad de la lana, gracias a que la sombra de los módulos permitió que los animales tuvieran acceso a pasto más variado y fresco.

Conclusión

Desde la Puglia hasta Australia y, ahora, en Álava, la agrovoltaica es mucho más que una tecnología energética: es un modelo de convivencia entre el sector primario y la transición verde. En la España agraria de 2025, una hectárea ya no se mide solo en kilos de cereal o litros de aceite, sino también en kilovatios. Los manzanos que pronto crecerán bajo paneles solares en Álava podrían convertirse en un símbolo de ese nuevo equilibrio.

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