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La neofobia en gatos y su relación con la comida que rechazan

Cuando abres una de las latas de comida para gatos, su apariencia puede parecer apetitosa, incluso tentadora para los humanos. Sin embargo, al ofrecérsela a tu gato, este puede reaccionar con desdén, olfatearla y alejarse. Esta situación es común entre los dueños de gatos, quienes a menudo se preguntan por qué sus mascotas ignoran alimentos que parecen deliciosos. En realidad, esta conducta no es un signo de desagrado, sino que responde a un instinto natural.

La neofobia alimentaria en los gatos

La neofobia, que se define como el miedo a lo nuevo, se manifiesta en los gatos cuando se enfrentan a alimentos desconocidos. Este fenómeno no es exclusivo de los felinos; también se observa en humanos. Sin embargo, es un comportamiento habitual en gatos y una de las razones por las que estos animales son considerados sibaritas. La neofobia alimentaria es un mecanismo de adaptación que les ayuda a evitar intoxicaciones potenciales.

Aparte de la herencia de sus ancestros salvajes, la neofobia en gatos domésticos puede ser influenciada por diversos factores, uno de los cuales es el estrés. Los gatos son animales muy sensibles a los cambios en su entorno. Un estudio analizó cómo el estrés afecta el comportamiento y la salud de los gatos, indicando que un gato estresado tiende a comer menos y es más propenso a desarrollar neofobia. Si se les presenta un nuevo alimento en un contexto estresante, es más probable que lo rechacen.

La neofobia en gatos y su relación con la comida que rechazan
*Imagen referencial generada por IA.

Las preferencias alimentarias del gato

Un artículo de la revista Vet Times explora los mecanismos que determinan las preferencias alimentarias en los gatos. Durante sus primeros meses de vida, estas preferencias están fuertemente influenciadas por la alimentación de su madre. Esta influencia comienza incluso antes de nacer, a través de la transferencia de sabores en el líquido amniótico y la leche materna. Se ha observado que los gatitos cuyas madres consumen alimentos inusuales, como leche o plátano, tienden a mostrar una inclinación hacia esos sabores.

La genética tiene un papel limitado en la formación de las preferencias alimentarias, pero los alimentos a los que un gato está expuesto en su juventud son cruciales. Un gatito que solo consume un tipo de comida tiene más probabilidades de desarrollar neofobia hacia alimentos desconocidos. En cambio, una dieta variada le permite familiarizarse con diferentes sabores y texturas.

La experiencia también es un factor determinante en la selección de alimentos a lo largo de la vida del gato. Si un gato consume algo que le causa malestar, desarrollará una asociación negativa y evitará ese alimento en el futuro. Además, la palatabilidad, que se refiere a lo agradable que resulta el olor, sabor y textura de un alimento, influye en sus elecciones. Como carnívoros estrictos, los gatos se sienten atraídos por alimentos ricos en proteínas y tienden a rechazar sabores amargos o dulces.

En el caso de los gatos que prefieren el pienso, varios factores contribuyen a esta preferencia, incluida la palatabilidad. Los fabricantes de alimentos para mascotas han diseñado productos que son especialmente atractivos para los felinos, utilizando potenciadores de sabor que los hacen más deseables. Si se les ofrece pienso de manera constante, algunos gatos pueden llegar a rechazar otras opciones de comida, incluyendo la húmeda, que se vuelve extraña para ellos.

Mi gato rechaza la comida. ¿Qué hago?

La primera recomendación es tener paciencia. Cambiar la dieta de un gato con neofobia puede ser un proceso prolongado. El primer paso es ayudar al gato a familiarizarse con el nuevo alimento. Un estudio demostró que al vaporizar el olor de un alimento nuevo mientras los gatos consumían su comida habitual, se podía reducir significativamente la neofobia.

Una estrategia inicial puede ser colocar un cuenco de comida húmeda junto al pienso, permitiendo que el gato asocie el nuevo alimento con algo seguro. Ofrecer variedad es esencial, ya que insistir en una única opción puede llevar a que el gato simplemente no la acepte.

Si tu gato rechaza la comida húmeda, algunos nutricionistas sugieren comenzar con latas menos saludables que suelen tener un olor atractivo y sabores más similares a los del pienso. Esto facilita que el gato se familiarice con la comida húmeda antes de introducir opciones más saludables. También es recomendable calentar ligeramente la comida, ya que servirla fría puede resultar poco atractiva para el gato.

Es importante que el gato tenga hambre para que acepte nuevos alimentos. Dejar el pienso a libre disposición las 24 horas no es recomendable. En su lugar, puedes ofrecer comida varias veces al día o utilizar un comedero automático. No obstante, un gato nunca debe estar más de un día sin comer, ya que esto puede llevar a problemas de salud graves.

Cada gato es único, y existen múltiples estrategias que puedes probar, como remojar o triturar el pienso y mezclarlo con la comida húmeda. También puedes utilizar toppings como snacks líquidos o suplementos para hacer la comida más atractiva.

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