La hostería Ave María, ubicada en Tandil, es un establecimiento que se ha convertido en un referente de hospitalidad y buen servicio. Atendida por su dueña, Asunti Pereyra Iraola, desde hace 26 años, esta casona blanca rodeada de un parque exuberante ofrece una experiencia única a sus visitantes.
Un sueño hecho realidad
Asunti recuerda que su deseo de tener un hotel nació en su infancia, durante un viaje a Alemania. En 1998, tras mudarse a Tandil, encontró un campo que la cautivó y decidió convertirlo en la hostería que siempre había soñado.
Un espacio acogedor
La hostería combina la elegancia con la calidez de un hogar. Asunti se ha asegurado de que cada detalle, desde la decoración hasta la atención al cliente, refleje su visión de un lugar cómodo y acogedor. Los huéspedes son recibidos con una sonrisa y un ambiente familiar.
Gastronomía casera
La cocina es uno de los pilares de la propuesta de Ave María. Desde sus inicios, Asunti se encargó de preparar los platos, pero con el tiempo ha delegado en su equipo, manteniendo siempre el enfoque en la comida casera y de calidad, utilizando productos frescos de su propia huerta.
Un lugar pet friendly
Ave María es un espacio que también acoge a mascotas, permitiendo que los huéspedes disfruten de su estancia en compañía de sus animales. Las familias con niños menores de 12 años son bienvenidas durante las vacaciones, mientras que el resto del año se mantiene un ambiente de tranquilidad.
Actividades y naturaleza
Los visitantes pueden disfrutar de diversas actividades al aire libre, como caminatas y paseos a caballo, además de talleres relacionados con la jardinería y el cuidado del paisaje. La hostería se ha convertido en un lugar de encuentro para quienes buscan reconectar con la naturaleza.
Para más información, se puede visitar su sitio web o su cuenta de Instagram.
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