Desde su llegada a Netflix, el documental Número desconocido: un escándalo de ciberacoso se ha convertido en uno de los más populares de la plataforma. Estrenado el 29 de agosto, ha capturado la atención de los suscriptores y se mantiene en el primer puesto del ranking de lo más visto. Este éxito ha llevado a muchos a preguntarse sobre la historia real que inspiró a la directora Skye Borgman a llevarla al streaming.
Todo comenzó a inicios de 2021, cuando la vida de Ashley y Owen, dos estudiantes de secundaria en Beal City, Michigan, dio un giro inesperado. Un acosador anónimo se convirtió en su blanco al enviarles mensajes de texto desde un número desconocido. Con el tiempo, los mensajes se multiplicaron, iniciando un ciclo de hostigamiento que parecía interminable.
El acosador se obsesionó tanto con la pareja que no solo envió múltiples mensajes, sino que también hizo publicaciones en redes sociales, afirmando tener la misma edad que ellos. Aunque ambos recibían mensajes ofensivos, Ashley, una adolescente reservada y delgada, fue la principal víctima de las burlas, que se centraron en su apariencia física, su rendimiento deportivo y su relación con Owen. La situación se agravó cuando el ciberacosador comenzó a manipular imágenes de Ashley para humillarla en la escuela, ignorando sus súplicas para que se detuviera.
Las sospechas iniciales se centraron en Khloe Wilson, una compañera de clase, pero no se encontraron pruebas suficientes para incriminarla. Ante la continua amenaza, las madres de Ashley y Owen decidieron intervenir, buscando ayuda de la escuela y las autoridades locales. Sin embargo, los esfuerzos resultaron infructuosos hasta que el FBI se involucró, revelando que la responsable era una persona muy cercana a los adolescentes, lo que conmocionó a la comunidad.
¡Cuidado, alerta spoiler!
La autora del acoso resultó ser Kendra Licari, la madre de Ashley. Usando una identidad falsa y una red privada virtual (VPN), llevó a cabo el ciberacoso. Durante la investigación, se recopilaron 349 páginas de evidencia, que incluían los mensajes enviados por Licari, los cuales fueron calificados de “perturbadores” por el tribunal. En abril de 2023, el juez Mark Duthie expresó su incredulidad ante la situación, diciendo: “No puedo imaginar a ningún padre diciéndole cosas tan horribles a su propia hija”.
El motivo detrás del acoso de Kendra hacia su hija y Owen sigue siendo un misterio. El fiscal David Barberi sugirió que su objetivo podría haber sido hacer que Ashley la necesitara, describiendo el comportamiento como una variante del síndrome de Munchausen cibernético, donde una persona busca que otros dependan de ella a través de situaciones adversas.
En diciembre de 2022, Licari fue acusada de dos cargos de acecho a un menor y, en abril de 2023, fue declarada culpable de acoso cibernético, recibiendo una sentencia de 19 meses de prisión. Además, perdió la custodia de Ashley, quien se mudó a vivir con su padre.
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