En la actualidad, muchas personas buscan constantemente nuevas maneras de reducir el consumo de electricidad y, al mismo tiempo, prolongar la vida útil de los electrodomésticos, ya que los lavarropas son uno de los más utilizados en los hogares y los que más incrementan la tarifa.
Estos ofrecen una serie de programas que se adaptan a las necesidades específicas de cada prenda. Aunque existen muchas opciones, la realidad es que no todas son prácticas, lo que puede provocar que haya un “derroche de energía”.
Función “ciclo rápido”
Una de las funciones más populares es el “ciclo rápido”, ya que muchos lo eligen por ser el que requiere menos tiempo. Sin embargo, la realidad es que está lejos de ser una opción beneficiosa, según los expertos en el mantenimiento de electrodomésticos. Esto no solo podría consumir más energías, sino que también puede dañar la lavadora de manera irreversible.

¿Por qué no se debe usar el lavado rápido en el lavarropas?
El “ciclo rápido” está presente en la mayoría de los lavarropas actuales, especialmente en modelos más avanzados, y uno de sus principales atractivos es la “promesa de reducir el tiempo de lavado”.
Según la organización Energy Star, esta función es más corta que los demás ciclos, por lo que el motor trabaja a una velocidad más alta, lo que puede aumentar el consumo de electricidad en lugar de reducirlo. Además, utiliza más agua de la necesaria para compensar el tiempo reducido del lavado, lo que termina contradiciendo la idea de ahorro.
Por otro lado, Consumer Reports señaló que la alta velocidad y el menor lapso que tiene el agua para disolver el detergente, los residuos de jabón y la suciedad hacen que estos se acumulen en las partes internas de la máquina, lo que, con el tiempo, pueda ocasionar obstrucciones en los filtros y daños en la bomba de drenaje.
Por eso, los especialistas no recomiendan este ciclo, ya que provoca el desgaste prematuro del electrodoméstico. Además, aseguran que la mejor alternativa es el “modo ECO”, presente en casi todos los lavarropas modernos, el cual ajusta la cantidad de agua y reduce la temperatura.
Por Wendys Pitre Ariza
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Contexto
El uso eficiente de los electrodomésticos se ha convertido en una prioridad para muchos hogares, especialmente en un contexto donde el aumento de las tarifas energéticas afecta el presupuesto familiar. Los lavarropas, siendo uno de los electrodomésticos más utilizados, representan un área significativa donde se puede buscar optimización en el consumo energético. Sin embargo, la elección de ciertos ciclos de lavado puede tener implicaciones no solo en el gasto, sino también en la durabilidad del aparato.
La función de “ciclo rápido” se presenta como una solución atractiva para quienes buscan ahorrar tiempo, pero su uso puede resultar contraproducente. Comprender las consecuencias de esta elección es crucial para quienes desean mantener sus electrodomésticos en buen estado y minimizar el impacto ambiental asociado al consumo excesivo de recursos.
Claves y próximos pasos
- Evitar el uso del ciclo rápido para prolongar la vida útil del lavarropas.
- Optar por el modo ECO, que ajusta el consumo de agua y energía.
- Estar atento a las recomendaciones de expertos sobre el uso de electrodomésticos para maximizar el ahorro y la eficiencia.
FAQ
¿Cómo me afecta? El uso del ciclo rápido puede incrementar tus costos de electricidad y acortar la vida útil de tu lavarropas, lo que podría llevar a gastos adicionales en reparaciones o reemplazos.
¿Qué mirar a partir de ahora? Presta atención a las recomendaciones de uso de tu electrodoméstico y considera alternativas más eficientes, como el modo ECO, para optimizar tu consumo de recursos.
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