La Ley de Juventud y Justicia Generacional, que incluirá la reforma para reducir la edad de voto a los 16 años, avanza en su tramitación. A pesar de las resistencias dentro del sector socialista del Gobierno, el Ministerio de Juventud e Infancia, liderado por Sira Rego, ha mantenido la propuesta de ampliar el sufragio activo de los 18 a los 16 años en el borrador del anteproyecto. Esta información ha sido confirmada por fuentes del ministerio y del PSOE. Actualmente, el texto ha sido remitido a otros ministerios para recibir objeciones y aportaciones, siendo el Ministerio de Presidencia y Justicia, encabezado por Félix Bolaños, el que tiene la responsabilidad de evaluar su impacto en los derechos y libertades constitucionales.
Progreso y cronograma de aprobación
Desde Sumar, se asegura que no se están produciendo conflictos internos y se confía en una actitud constructiva por parte de los demás ministerios. La activación de este proceso ha llevado al Ministerio de Juventud a establecer un cronograma para su aprobación en el Consejo de Ministros en primera instancia. Sin embargo, se busca acompasar los tiempos con la activación de la subcomisión de trabajo en el Congreso.
Por otro lado, los socialistas han adoptado una postura más cautelosa, enfatizando la necesidad de proceder “paso a paso”. En este sentido, el foco actual del Ejecutivo se centra en la elaboración de los Presupuestos de 2026. Su intención es garantizar un debate previo con la participación de expertos y alcanzar un mayor consenso parlamentario. Hasta la fecha, un grupo de medio centenar de académicos, investigadores y activistas en derechos de infancia y adolescencia ha mostrado su apoyo a la medida. Antes del verano, lanzaron un manifiesto titulado ‘Voto a los 16 años: Un paso fundamental para fortalecer la democracia’, argumentando que esta reforma es crucial para la salud democrática y la legitimidad del sistema.

Argumentos a favor de la reforma
Los promotores de la reforma sostienen que, en un contexto de creciente desafección política y cuestionamientos a los sistemas democráticos, extender el derecho al voto a jóvenes de 16 y 17 años no solo es una cuestión de justicia, sino que también se presenta como una herramienta necesaria para revitalizar la democracia. Este enfoque ha sido respaldado por académicos de diversas facultades y por entidades como el Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia (GSIA), presidido por Francisco Mielgo García. Entre los firmantes destacados se encuentran la doctora en Sociología, Lourdes Gaitán Muñoz, el doctor en la Universidad de Granada, Iván Rodríguez, y la investigadora Ainhoa Rodríguez del Observatorio de la Infancia y Adolescencia de Andalucía.
Dudas y reticencias
A pesar del apoyo académico, existen reticencias dentro del PSOE sobre el voto joven, especialmente considerando que este grupo demográfico, predominantemente masculino, tiende a inclinarse hacia opciones de ultraderecha. Además, la falta de apoyo social a la medida es un factor preocupante. Según un barómetro del CIS de mayo, casi el 80% de los encuestados se mostró en contra de la reforma. Desde el Ministerio de Justicia, se espera que estas percepciones cambien cuando se presenten todos los elementos del debate.
Aplicación por fases
Mientras se esperan las aportaciones de los diferentes departamentos, el Ministerio de Juventud ha considerado la posibilidad de limitar la ampliación del sufragio a ciertas elecciones, como las europeas. Este enfoque se alinea con el modelo de otros países como Alemania, sugiriendo una implementación gradual de la reforma.
En la actualidad, países como Austria, Bélgica, Malta y Grecia ya permiten el voto a jóvenes, y el Reino Unido se ha sumado recientemente a esta tendencia. El primer ministro británico, Keir Starmer, incluyó esta medida en su programa electoral, con la intención de que la reforma esté lista para las próximas elecciones.
Aunque esta propuesta no está incluida en el acuerdo de coalición ni en el programa electoral del PSOE, el partido se comprometió a impulsarla durante su último congreso federal, celebrado a finales del año pasado. Esta iniciativa ha sido históricamente defendida por las Juventudes Socialistas y recibió un apoyo mayoritario tras su inclusión en la ponencia marco, el documento estratégico que guía la hoja de ruta política del partido.
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