La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) notificará este viernes a Independiente y a la Universidad de Chile sobre la apertura de un expediente por los incidentes ocurridos el miércoles en el Libertadores de América. A partir de esta notificación, comenzarán a contar cinco días para que ambos clubes presenten su descargo. Una vez que se reciba la imputación por correo electrónico, se iniciará el proceso legal.
Tras la cancelación del partido ante la Universidad de Chile, Independiente se preparó para su defensa legal. El club contrató a un abogado especializado en derecho deportivo y el presidente Néstor Grindetti viajó a Asunción, Paraguay, para reunirse con la Unidad Disciplinaria. El club espera recibir el documento oficial de la imputación, que es crucial para entender el motivo detrás de la cancelación del encuentro por parte de la Conmebol.
Una fuente cercana al club comentó: “Si el partido se canceló antes de que los chilenos fueran agredidos en su tribuna es una cosa. Si se canceló después, la historia es distinta.” Existen opiniones que sugieren que la decisión de cancelar el encuentro se tomó tras el lanzamiento de objetos desde la tribuna chilena hacia los hinchas de Independiente, lo que provocó daños en las instalaciones del estadio, incluyendo la rotura de los baños.
Desde LA NACION se ha informado que Independiente deberá responder por las deficiencias en el operativo de seguridad, pero no por la conducta de los hinchas visitantes. Esto significa que si la razón final de la suspensión se basa en el comportamiento de los hinchas de la Universidad de Chile, la responsabilidad no recaerá en el club argentino.
El presidente Grindetti, quien se reunió con funcionarios de la Conmebol, expresó su intención de defender los derechos de Independiente. Afirmó que el partido fue cancelado debido a la actitud de los hinchas chilenos, quienes comenzaron a arrojar objetos desde su tribuna. Mientras tanto, la Universidad de Chile también planea enviar a sus representantes a Asunción.
Advertencia de seguridad
Un informe de seguridad previo al partido, titulado “informe de seguridad MD-1”, detalla las consideraciones de seguridad tomadas un día antes del encuentro. En el documento se menciona que la tribuna visitante se ubicaría en el sector sur alto, pero se advirtió que no habría público en la tribuna inferior, que ya estaba vendida. A pesar de la advertencia, no se cumplió con la disposición de contar con personal policial y de seguridad privada en esa área, lo que ha generado controversia entre la Conmebol y las autoridades de Buenos Aires.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, indicó que la Conmebol deberá declarar ante la Justicia sobre las decisiones tomadas en relación a la seguridad durante el evento. Además, anunció que Independiente no podrá jugar en su estadio contra Platense, programado para el domingo, debido a la clausura solicitada por el fiscal.
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