El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el líder de Junts, Carles Puigdemont, se reunieron en Bruselas en un encuentro que marcó un hito en sus relaciones. Illa recibió a Puigdemont, quien llegó 11 minutos antes para iniciar la reunión puntualmente a las 16:15 horas. Este detalle fue observado con atención por ambos equipos, dado el contexto histórico de la cita.
Ambos políticos posaron sin banderas, a pesar de que Illa ha reinstaurado la bandera española en su sede y Puigdemont suele exhibir la ‘senyera’ y la europea. La reunión, con un ambiente sobrio, fue seguida por las cámaras tras un apretón de manos cordial, simbolizando el inicio de una nueva etapa en sus interacciones.
El intercambio de sonrisas y anécdotas sorprendió tanto a los equipos de los políticos como a los periodistas presentes. Illa y Puigdemont, que hasta ahora solo habían tenido contacto a través de terceros, se encontraron cara a cara por primera vez. Este encuentro se produce en un momento crucial, ya que Illa ha estado presionando para acelerar la amnistía de Puigdemont, un gesto que este último aprecia pero considera insuficiente.
Un ‘win-win’
La reunión permitió a ambos políticos dejar de lado reproches, aunque persisten ciertas desconfianzas. Puigdemont levantó su veto a los partidos que apoyaron la suspensión de la autonomía catalana, mientras que el PSOE aceptó la amnistía, un tema que antes rechazaba. Este diálogo otorga a Puigdemont un reconocimiento que había buscado desde hace tiempo, mientras que Illa refuerza su posición como actual líder del Govern.
A pesar de los avances, aún es pronto para evaluar el impacto de este encuentro. Illa sigue centrado en ERC y los Comuns, pero no descarta futuras colaboraciones con Junts, especialmente en temas de seguridad e inmigración. La primera prueba de esta nueva relación será si Junts se une al Pacte Nacional per la Llengua en defensa de la inmersión lingüística ante posibles sentencias del Tribunal Constitucional.
La imagen de esta reunión es solo un paso, ya que Puigdemont aspira a una foto con Sánchez, aunque la viabilidad de nuevas alianzas dependerá de factores políticos y judiciales en el futuro.
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