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Hungría se aparta del apoyo unánime de la UE a Ucrania tras ataque ruso

Hungría se ha convertido nuevamente en un elemento discordante dentro de la Unión Europea. El Gobierno del primer ministro ultranacionalista Víktor Orbán fue el único que se negó a firmar este viernes una declaración oficial europea que condena los ataques rusos del jueves contra Kiev, los cuales dañaron también la sede de la UE en la capital ucraniana. A pesar de esta negativa, los ministros de Defensa de la Unión discutieron en Copenhague formas de fortalecer la posición de Ucrania ante una posible negociación de paz, aunque esta sigue siendo, como reconoció la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, muy lejana.

“Condenamos enérgicamente los continuos ataques de Rusia contra la población civil y las infraestructuras civiles, que constituyen una escalada deliberada y socavan los esfuerzos a favor de la paz”, afirmaron Kallas y los gobiernos de la UE, excepto el húngaro, en el comunicado. “La UE mantendrá y aumentará su apoyo global a Ucrania en todos los ámbitos, incluyendo la aceleración de los trabajos sobre el decimonoveno paquete de sanciones”, prometieron los europeos, quienes también se comprometieron a seguir “trabajando con socios internacionales, incluido Estados Unidos, para poner fin a la guerra de agresión de Rusia con una paz integral, justa y duradera”.

Kallas defendió que la falta de voluntad de Moscú para negociar debe motivar a redoblar los esfuerzos militares hacia Ucrania. Esto se discutió al final de una reunión informal de ministros de Defensa en la capital danesa, que será seguida por una discusión de los ministros de Exteriores sobre nuevas sanciones contra Rusia, incluidas las que penalizan a otros países que ayudan a Moscú a eludir castigos. El objetivo es poner a Kiev en la mejor posición posible para futuras negociaciones con Moscú y garantizar que la invasión de 2022 “no se repita jamás”. Además, se busca demostrar a Estados Unidos que Europa cumple con su parte en la contribución a las garantías de paz.

El Departamento de Estado estadounidense anunció su intención de aprobar la venta a Ucrania de munición aérea y equipamiento por un valor de 825 millones de dólares. Este monto será asumido por varios países europeos, como Dinamarca, Países Bajos y Noruega, en el marco de un acuerdo alcanzado entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en julio. Se trata de un sistema de paquetes periódicos, de aproximadamente 500 millones de dólares cada uno, financiados por varios aliados europeos y Canadá, para adquirir equipos y municiones identificados por Ucrania como “prioridades operativas”. La iniciativa ha permitido, según la secretaria general adjunta de la OTAN, Radmila Shekerinska, proporcionar “2.000 millones de dólares adicionales en equipo esencial para Ucrania” en un mes.

Sin embargo, Kallas enfatizó que la ayuda podría ser aún mayor si Hungría dejara de bloquear los más de 6.000 millones de euros congelados en el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, utilizado para financiar el suministro de armas a Ucrania.

“La tarea es muy clara: Ucrania necesita más apoyo militar, y lo necesita ahora mismo. No tenemos tiempo de sobra, y los costes de no actuar ahora serán mucho más elevados a largo plazo. Simplemente, no tenemos otra opción”, subrayó el ministro danés de Defensa, Troels Lund Poulsen.

Desde Letonia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebró un hito: los 150.000 millones de euros en préstamos para compras conjuntas de armas ya están adjudicados. Los 19 países que han solicitado estos fondos, entre ellos Dinamarca y España, utilizarán parte de ellos para apoyar la industria de defensa ucrania. “Esto es un verdadero éxito europeo”, afirmó von der Leyen durante su gira por los Estados miembros fronterizos con Rusia.

El 9 de septiembre, el Ejecutivo europeo informará a los Estados miembros sobre la distribución tentativa de los fondos, lo que permitirá a las capitales elaborar sus “planes nacionales” y enviarlos a Bruselas antes del 30 de noviembre. El objetivo es acelerar una defensa europea lista para amenazas externas para 2030, y von der Leyen presentará la hoja de ruta para ello en el Consejo Europeo de octubre.

Los ministros de Defensa también discutieron en Copenhague la propuesta de Kallas para acelerar el cambio de mandato de la misión de entrenamiento de soldados ucranios en países europeos, que ya ha formado a más de 80.000 soldados. La idea es poder realizar este entrenamiento en territorio ucranio una vez se alcance algún tipo de acuerdo de alto el fuego, aunque se requiere unanimidad en la que Budapest sigue siendo un punto de duda.

“Estamos listos”

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Friedrich Merz, destacaron que lograr la paz en Ucrania es fundamental en la “agenda bilateral” y llamaron a aumentar la presión sobre Rusia mediante sanciones adicionales. Reunidos en Toulon, acordaron enviar más defensa antiaérea a Kiev.

“En estos momentos Estados Unidos debate [aplicar] otros aranceles aduaneros, y estaría muy a favor de que el Gobierno estadounidense los aplicara también a otros países cuyo gas y petróleo financian gran parte de la economía de guerra rusa”, advirtió Merz, quien señaló que la guerra “podría durar muchos meses más”. “Debemos estar preparados en cualquier caso. Estamos listos”, agregó.

Ambos líderes coincidieron en la importancia de mantener la coalición de voluntarios formada por una treintena de países para apoyar a Ucrania, advirtiendo que “a pesar de los esfuerzos diplomáticos, Rusia no muestra ninguna intención de parar la guerra”. Macron añadió que si Vladímir Putin no se reúne con Volodímir Zelenski, como le pidió Donald Trump, “significará que el presidente Putin ha jugado con el presidente estadounidense”.

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