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Hazlo por tu familia, por México: el nocaut épico de Julio César Chávez

La pelea entre Julio César Chávez y Meldrick Taylor del 17 de marzo de 1990 en el Hilton de Las Vegas, Nevada, es considerada una de las más controversiales y emocionantes en la historia del boxeo. El estadounidense era el favorito y dominó los primeros 11 asaltos, pero el mexicano cambió el rumbo con un espectacular nocaut en los últimos segundos.

Una de las peleas más difíciles de Julio César Chávez

Durante una entrevista con la periodista mexicana Adela Micha, Julio César Chávez afirmó que su enfrentamiento contra Meldrick Taylor fue uno de los más difíciles de su carrera. El excampeón mexicano de 63 años destacó que el estadounidense era un campeón olímpico, conocido por su velocidad y fortaleza.

Chávez llegó a pensar que iba a morir en el ring. Consciente de que iba perdiendo en las tarjetas, se motivó con las palabras de su entrenador y logró el nocaut en los últimos segundos, en lo que él considera la pelea más dura de su trayectoria.

Chávez aceptó que sabía que solo un nocaut podría salvarlo de perder el invicto. “Vamos, Julio, despierta, tú lo puedes noquear. Hazlo por tu familia, por México. Vamos campeón”, fueron las palabras de motivación que su entonces entrenador, José María “Búfalo” Martín, le dijo esa noche, según recoge El Financiero.

Esa pelea ha sido la más dura, la más difícil de mi carrera. Meldrick Taylor es el más grande con el que me enfrenté. Era rápido, fuerte, campeón olímpico, mundial, estaba invicto, era un peleadorazo”, reconoció la leyenda del boxeo mexicano.

Cómo fue la pelea entre Julio César Chávez y Meldrick Taylor

Aquella noche de marzo, la pelea entre Julio César Chávez y Meldrick Taylor fue bautizada como “Trueno y Relámpago”, un nombre que hacía referencia a los estilos que chocaron en el ring: la potente pegada de Chávez y la increíble velocidad de manos de Taylor.

El mexicano llegó al duelo en un gran momento, tras haber derrotado a Roger Mayweather (padre de Floyd “Money” Mayweather) y con una impresionante racha de 66 victorias consecutivas y cero derrotas. En la esquina contraria, Meldrick Taylor era un campeón olímpico de 1984, con un título mundial y un récord de 24 victorias y un empate.

La pelea fue intensa desde el primer asalto, con ambos boxeadores intercambiando golpes sin temor. Al final de los 12 asaltos, los datos oficiales de CompuBox indicaron que Julio César Chávez lanzó 701 golpes, de los cuales conectó 258, mientras que Meldrick Taylor conectó 457 de los 1176 lanzados.

Chávez reconoció que fue un esfuerzo sobrehumano. “Él me tiraba 10 golpes y yo le respondía con cinco; yo le daba cinco y él me pegaba 10 o 15”, comentó, refiriéndose al agotador ritmo de Taylor.

El nocaut en los últimos segundos de la pelea

Durante el penúltimo asalto, Julio César Chávez conectó un fuerte derechazo que dejó a Meldrick Taylor desorientado. En el último asalto, el entrenador de Chávez, apodado “Búfalo”, lo motivó a buscar el milagro, conscientes de que iban perdiendo en las tarjetas.

Chávez relató que en el último asalto sentía que se iba a morir, estaba muy cansado y a punto de vomitar. Fue en los últimos segundos de ese duodécimo asalto cuando el mexicano conectó un derechazo al rostro de Taylor que lo dejó tambaleando, para luego llevarlo a las cuerdas, donde le dio el golpe final que lo derribó. A tan solo dos segundos de que terminara la pelea, el réferi la detuvo, y así el mexicano se mantuvo invicto gracias a un nocaut inolvidable.

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