LONDRES.- El príncipe Guillermo, heredero al trono británico, y su esposa Kate Middleton han decidido mudarse de manera definitiva a Forest Lodge, una mansión georgiana ubicada en la finca real de Windsor. Esta decisión podría representar un cambio histórico en la tradición de la monarquía británica.
El traslado, confirmado por el Palacio de Kensington, se concretará este mismo año y plantea interrogantes sobre el futuro del Palacio de Buckingham, residencia oficial de los monarcas británicos desde 1837.
La noticia, publicada por The Sun y ampliada por medios como The Telegraph y El País de España, describe a Forest Lodge como una casa de ocho habitaciones, seis baños, un salón de baile iluminado por lámparas de araña, cancha de tenis, estanque privado y extensos jardines. Según algunos medios británicos, la familia se mudaría al nuevo hogar antes de Navidad.
Construida en 1770 y adquirida por la familia real británica en 1829, Forest Lodge está catalogada como grado II en la Lista del Patrimonio Nacional de Inglaterra. La propiedad pertenece a The Crown Estate, y los príncipes pagarán alquiler a precio de mercado, actualmente valorado en 16 millones de libras. La mansión fue remodelada por última vez en 2001 y cuenta con mampostería original, cornisas de yeso y ventanas venecianas.
La mansión se encuentra en el condado de Berkshire y ofrece amplios ventanales con vistas a los jardines y seis chimeneas de mármol para enfrentar los fríos inviernos en Windsor.
Este traslado se produce en un contexto personal complicado para la familia real, tras la muerte de la reina Isabel II y el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III. Una fuente cercana a la familia lo definió como “un nuevo comienzo, una forma de dejar atrás recuerdos dolorosos y apostar por la estabilidad familiar”.
Guillermo y Kate ya residen en Windsor desde agosto de 2022, cuando se trasladaron con sus hijos a Adelaide Cottage, una casa de cuatro habitaciones elegida entonces para estar más cerca de la reina. Ahora, consideran que Forest Lodge será su “hogar definitivo”. La renovación de la mansión será financiada por la pareja, y como en Adelaide Cottage, no habrá personal residente.
La mudanza se proyecta incluso después de que Guillermo ascienda al trono, lo que lo convertiría en el primer monarca británico en no vivir en un palacio o castillo. Esto reabre el debate sobre el futuro de Buckingham, que actualmente está en remodelación dentro de un proyecto de 369 millones de libras que finalizará en 2027.
El rey Carlos III, que no vive en Buckingham desde su llegada al trono, ha manifestado su intención de regresar una vez concluyan las obras, aunque su estado de salud genera dudas sobre si podrá hacerlo. Expertos advierten que relegar Buckingham podría ser perjudicial para la monarquía, comparándolo con la Casa Blanca como símbolo global.
Una encuesta de YouGov reveló que solo un 35% de los jóvenes de entre 18 y 24 años apoyan mantener la monarquía, lo que podría influir en la percepción de Guillermo como el rostro de una monarquía más cercana y moderna.
Cada soberano ha tenido sus preferencias de residencia, y Guillermo y Kate parecen optar por un modelo más familiar y discreto, alejado de los grandes palacios.
Agencia AFP y diario El País
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