En uno de los partidos que cerraron la séptima fecha del torneo Clausura, Gimnasia y Esgrima y Atlético Tucumán protagonizaron en el bosque de La Plata un encuentro particular, en el que pasó de todo. Terminó con victoria del Lobo por 1-0, con un gol que no escapó a lo insólito: Damián Martínez intentó despejar y, con el taco, no hizo más que meter la pelota en su propio arco.
El encuentro arrancó con la expulsión tempranera de Leandro el Loco Díaz, a los 27 del primer tiempo, tras darle un golpe al otro capitán Gastón Suso. Lo llamativo fue que el árbitro principal, Pablo Dóvalo, lo había advertido en el sorteo de capitanes, media hora antes: “Entre ustedes dos no puede haber ningún problema”. El ex Estudiantes se retiró entre insultos con los hinchas del Lobo, dejando a su equipo con 10 jugadores.
Ya en la segunda parte, llegó el único gol del partido. El ex Boca Jan Hurtado, que volvió a jugar tras más de 100 días, abrió la cancha para el extremo izquierdo, Jeremías Merlo, quien centró para la llegada de Manuel Panaro. Este no alcanzó a darle a la pelota, pero sí lo hizo el defensor Martínez, del equipo tucumano, que en su intento de despeje, la metió con el taco en contra.
Cuando eran las 18:30 aproximadamente y el sol comenzaba a ocultarse, la iluminación del estadio Juan Carmelo Zerillo empezó a fallar, dando paso a un show de luces. Sin embargo, lo peor pasó después, cuando se apagó completamente, dejando poca visibilidad en la cancha, lo que imposibilitaba la continuidad del juego. Dóvalo, tras ser notificado que el problema de las luces seguiría, decidió suspender el partido a los 28 del segundo tiempo. “No tengo alternativa, ya no se está viendo”, declaró ante la prensa.
Esto generó distintas reacciones de los protagonistas, pero principalmente del técnico de Atlético Tucumán, Leandro Pusineri, quien se quejó ante el árbitro principal por la situación, denunciando una estrategia de Gimnasia. “Es un poco vieja esta de las luces”, le dijo a la prensa y al juez principal, al que también le resaltó: “Prefiero jugarlo bien y si tengo que perder, pierdo dignamente. El equipo mío llegó tres veces y apagaron las luces”.
Aunque finalmente volvió la luz en el bosque, tras algunos amagues que despertaban el grito de “oooole…” en las tribunas. Después de varios minutos de espera, Dóvalo dispuso la reanudación, aunque sin la iluminación completa, lo que parecía darle más marco de encuentro en la plaza que un partido por la primera división de la liga de los campeones del mundo.
A pesar de que sobre el final Gimnasia sufrió e incluso erró oportunidades clave para cerrar el encuentro de contra, el equipo de Alejandro Orfila se quedó con los tres puntos, que le permiten regresar a la zona de clasificación a octavos. El Decano sigue sin rendir fuera de Tucumán, con dos empates y ocho derrotas cada vez que salió de su casa.
Lo mejor del partido
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