El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, utilizó su intervención en el acto solemne de apertura del año judicial, celebrado en presencia del Rey Felipe VI y las cúpulas de la carrera judicial y fiscal, para reivindicarse y manifestar su confianza en el Estado de Derecho, la independencia de los jueces y en la “verdad” respecto a su procesamiento por un delito de revelación de secretos. Parte del público presente, principalmente vocales del sector progresista del Consejo General del Poder Judicial, aplaudieron al finalizar su discurso, mientras que otros asistentes evitaron hacerlo.
“Soy plenamente consciente de las singulares circunstancias de mi intervención como consecuencia de mi situación procesal”, indicó al inicio de su discurso, añadiendo que respeta “todas las opiniones” que puedan manifestarse al respecto. “Si estoy aquí como Fiscal General del Estado, es porque creo en la justicia y en las instituciones que la conforman. Creo en el Estado de derecho, en la independencia del Poder Judicial, en los principios de legalidad e imparcialidad. Y, por supuesto, también en la verdad”, agregó.
García Ortiz realizó “un humilde llamamiento” para reclamar el máximo respeto a la función de la Fiscalía española y al trabajo de todos los fiscales. “Creo firmemente en el Ministerio Fiscal como la institución fuerte que es. Sólida, confiable, que vertebra un país y que garantiza el cumplimiento de la Ley. Una institución enérgica, activa, que no sucumbe ante los embates o ataques de los delincuentes”, concluyó.
El ambiente del acto estuvo marcado por la tensión, evidenciando un choque entre los poderes Judicial y Ejecutivo, además del rechazo de parte de la carrera judicial a la presencia de García Ortiz y a su discurso en el mismo órgano que prevé sentarlo en el banquillo. A pesar de las peticiones para que no asistiera, desde la Fiscalía General se explicó que la presentación de la Memoria en el acto de apertura es obligada por la Ley Orgánica del Poder Judicial, por lo que no podía renunciar a esta responsabilidad institucional.
Durante su intervención, el fiscal general destacó que en 2024 se incoaron 1.687.743 procedimientos de diligencias previas, lo que supone un crecimiento del 1,4%. También mencionó que los delitos contra la vida y la integridad constituyen el 32% del total de diligencias, mientras que los delitos contra el patrimonio se mantienen en el 21%.
Incendios y respuesta a críticas
García Ortiz también recordó la desolación provocada por los incendios y el dolor por la pérdida de vidas humanas, afirmando que corresponde al Derecho penal perseguir a quienes han provocado estos incendios. Reconoció la complejidad de la causalidad de los incendios y advirtió sobre el riesgo de criminalizar el mundo rural, haciendo referencia a propuestas de geolocalización para pirómanos.
El fiscal general subrayó la importancia de su departamento en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, destacando la relación entre ambos fenómenos y defendiendo la creación de nuevas unidades especializadas en la Fiscalía General del Estado. También abordó la violencia machista, calificando de “escalofriantes” los datos estadísticos, con casi 200.000 denuncias por violencia de género en 2024 y 50 mujeres asesinadas por sus parejas masculinas.
García Ortiz enfatizó la atención necesaria para los menores migrantes, quienes, al estar solos y sin acompañamiento familiar, requieren una atención especial como parte del juicio que la sociedad hará en el futuro. Finalmente, reiteró la necesidad de una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal que atribuya la dirección de la investigación al Ministerio Fiscal, señalando que España lleva años de retraso en este aspecto.
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