Windows 10 tiene marcada la fecha del 14 de octubre de 2025, día en que dejará de recibir actualizaciones si no se contrata el plan de Soporte Extendido (ESU). Para Microsoft, lo que parecía un problema podría transformarse en una oportunidad de negocio. Una firma de análisis estima que el programa podría generar miles de millones de dólares, especialmente en el sector corporativo.
Ante el inminente fin del soporte de Windows 10, la compañía recomienda actualizar a Windows 11, adquirir nuevos equipos o utilizar Windows 365 para acceder al sistema en la nube. Esta transición afectará tanto a empresas como a usuarios individuales, quienes deberán decidir cómo proceder.
ESU: la propuesta para Windows 10 y refuerza las cuentas de Microsoft
El ESU es la oferta oficial de Microsoft para quienes no puedan abandonar Windows 10 en 2025. A cambio de una suscripción anual, los equipos recibirán únicamente actualizaciones de seguridad críticas. No habrá soporte técnico estándar ni nuevas funciones, y se requiere tener instalada la versión 22H2. Microsoft lo describe como una herramienta de continuidad temporal, no como un sustituto de la migración a Windows 11.
El esquema empresarial de ESU está diseñado como una escalera de precios: 61 dólares por dispositivo el primer año, 122 el segundo y 244 el tercero, con un límite de tres años. Microsoft aclara que la suscripción es acumulativa, es decir, entrar más tarde no reduce el coste. El acceso se gestionará mediante licencias por volumen.
Para los usuarios particulares, Microsoft ha planteado un enfoque distinto: una cuota única de 30 dólares para acceder a las actualizaciones de seguridad durante 12 meses, con opciones alternativas para no pagar. Será posible activar ESU canjeando 1.000 puntos de Microsoft Rewards o utilizando la aplicación Windows Backup para realizar una copia de seguridad, lo que desbloqueará el acceso sin coste.
Según un análisis de Nexthink, Microsoft podría ingresar hasta 7.300 millones de dólares solo en el segmento empresarial gracias a ESU. Esto se basa en que, en julio de 2025, había más de 1.400 millones de PC con Windows en el mundo, de los cuales se estima que alrededor de un 30% pertenecen a organizaciones públicas y privadas, lo que equivale a unos 420 millones de dispositivos.
El informe también indica que, a pesar del impulso de Windows 11, unos 121 millones de equipos seguirán funcionando con Windows 10 tras el 14 de octubre de 2025. Con el coste acumulativo del programa, que duplica el precio cada año durante un máximo de tres periodos, esta base de usuarios generaría ingresos significativos. Sin embargo, Microsoft no ha confirmado ni comentado estas cifras.
Las cifras de Nexthink sugieren un negocio multimillonario, pero la realidad aún está por verse. Habrá que esperar para comprobar cuántas empresas y usuarios optan por pagar para prolongar el soporte de Windows 10. Las opciones son variadas, desde mantener el sistema sin actualizaciones hasta cambiar a otros sistemas operativos como Linux, Mac o Chromebook.
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