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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el miércoles que España enviará un buque militar para proteger a la Global Sumud Flotilla, que transporta ayuda humanitaria a Gaza, tras los ataques registrados contra las embarcaciones la pasada madrugada. El anuncio se realizó durante una rueda de prensa en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, sumándose a la decisión previamente tomada por Italia de enviar una fragata para la misma misión.
Detalles del despliegue naval español
Sánchez declaró que “mañana mismo zarpará desde Cartagena un buque de acción marítimo equipado con todos los medios por si fuera necesario asistir a la flotilla y realizar algún rescate”. El buque de Acción Marítima (BAM), un patrullero grande de altura, que tiene más posibilidades de zarpar es el Furor, que se encuentra realizando ejercicios navales en Cartagena, según información de Juan José Fernández.
Fuentes de la armada aclararon que el buque no llevará a cabo ninguna misión de enfrentamiento, sino que su objetivo principal es embarcar un hospital ROLE 1, una unidad básica hospitalaria de sanidad militar, preparada para atender cualquier problema médico que pudiera surgir en la flotilla. El BAM navegará a una distancia prudencial de la flotilla, desde donde podrá prestar asistencia médica a los tripulantes en caso de necesidad. “No hay orden de enfrentamiento con nadie”, aseguraron fuentes militares.

Protección diplomática y política
Sánchez ratificó en Nueva York que el objetivo del despliegue es la protección de los ciudadanos españoles y de los integrantes de la Flotilla de la Paz. En respuesta a una pregunta sobre posibles ataques a drones israelíes, el presidente afirmó que el buque busca el rescate de los nacionales y los miembros de la flotilla en caso de dificultades, esperando que no sea necesario. Recordó la decisión similar adoptada por países como Italia y la declaración conjunta emitida días atrás por el Ministerio de Asuntos Exteriores y otros 14 países, en la que se trasladó al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, la intención de proteger diplomática y políticamente a sus ciudadanos.
Sánchez enfatizó que la misión del buque busca salvaguardar a los ciudadanos españoles que expresan la solidaridad de millones de personas en el mundo, una postura que, según sus palabras, refleja la inmensa mayoría de países y sociedades que rechazan la situación que vive la población gazatí.
La Flotilla y las denuncias de ataques
Los buques humanitarios, con ciudadanos de 17 países europeos, incluyendo a la activista sueca Greta Thunberg y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, denunciaron el miércoles el lanzamiento de objetos incendiarios contra las embarcaciones, con al menos 13 explosiones, y la presencia de más de 15 drones sobrevolando a baja altura una de las embarcaciones.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, calificó los ataques de “totalmente inaceptables” y exigió su cese inmediato. Albares añadió que está en contacto con sus homólogos de otros países con ciudadanos en la flotilla y recordó que se hará responsable a quien ataque y dañe a la flotilla, quien tendrá que responder ante los tribunales internacionales.
En los últimos días, Israel ha incrementado su retórica contra la Global Sumud Flotilla, acusando a Hamás de estar detrás de su organización y exigiendo que la carga se desembarque en el puerto israelí de Ashkelon para su posterior distribución por el Estado hebreo. Esto a pesar de que, según Naciones Unidas, es Israel quien impide la entrada de alimentos que están provocando una hambruna en Gaza. Tel Aviv advirtió en un comunicado que no permitirá la entrada de barcos a una zona de combate activo ni la violación del bloqueo naval, tomando las medidas necesarias para impedirlo y garantizar la seguridad de los pasajeros.
Posición de España frente a otros actores internacionales
En relación al discurso de Donald Trump en la ONU, Sánchez se declaró “en las antípodas” del mismo, afirmando no sentirse reflejado en ninguna de sus declaraciones, especialmente en temas como la emergencia climática, la salud global y la situación en Gaza. En cambio, Sánchez se identificó completamente con el discurso del Rey Felipe VI, aunque el monarca no usara el término “genocidio”. El presidente recalcó que discursos como el del Rey son más necesarios que nunca y que “o se está con los derechos humanos o no se está”, añadiendo que el sufrimiento del pueblo gazatí, al igual que en Ucrania, no tiene que ver con la izquierda o la derecha.
Sobre el posible rechazo parlamentario al decreto de embargo de armas, Sánchez lo consideró de “sentido común” y “positivo” que todos los grupos lo apoyaran, considerando que España defiende a escala europea la suspensión del acuerdo comercial entre Europa e Israel por la violación del artículo 2 del mismo. Finalmente, Sánchez aclaró que no hay ninguna previsión de romper relaciones con Israel y que se busca preservar las relaciones diplomáticas más allá de las discrepancias.
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