LOS ÁNGELES.- La salteña María Noel de Castro, una ingeniera biomédica de 28 años y la primera aspirante a astronauta del país con una misión a la Estación Espacial Internacional (EEI), programada para 2027, tuvo un retraso en su llegada a Los Ángeles, desde Houston, para la que sería una de las reuniones más importantes de su vida.
“Por suerte su vuelo también se retrasó”, dice la joven, entre risas, refiriéndose al presidente Javier Milei, quien también llegó con un poco de demora a la ciudad californiana.
El mandatario, que arribó a esta ciudad con el foco en mantener una reunión con unos 80 empresarios e inversionistas, almorzó con De Castro durante una hora y media, en la primera actividad de su viaje relámpago a Los Ángeles que culminará este viernes.
Allí, junto al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, la joven, seleccionada por la empresa estadounidense Axiom Space como candidata para integrar una futura misión espacial tripulada, le contó al mandatario libertario sus ideas sobre la importancia de que Argentina tenga un plan espacial específico.
“El Presidente se interesó mucho. Hablamos de la posibilidad de llamar a inversores en industria espacial”, contó De Castro a LA NACION luego del encuentro en un hotel de Beverly Hills, donde Milei concentró toda su actividad en su onceavo viaje a Estados Unidos.
El Gobierno decidió hace poco respaldar el proceso que podría convertir a De Castro en la primera astronauta argentina en participar de un vuelo espacial privado, a través de Axiom Space. La joven recibió el apoyo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (SICyT). “Mi misión es ser una inspiración para los jóvenes”, dijo tras aquel anuncio.
El almuerzo con el Presidente fue muy cordial. Ella pidió salmón con ensalada, y el mandatario, pastel de papas. Luego hubo una ronda de café.
De Castro, egresada de la Universidad Favaloro, destacó la importancia de ubicar a Argentina en el nivel más alto en materia espacial en América Latina, y explicó la relevancia de que su experiencia espacial esté íntegramente diseñada por la ciencia argentina para poder aprovechar los beneficios.
“Se pueden hacer propuestas de cosas a investigar y que lo desarrolles, y que eso sea solo para Argentina, a pesar de que la misión sea con un cohete de SpaceX y que la EEI la administre la NASA”, dijo De Castro.
“Desde la formulación hasta la obtención de datos podría ser argentino, y el país tendría el poder de decidir qué hacer con eso. Podría negociar con otras empresas que estén investigando lo mismo”, añadió la joven, que señaló que su misión sería de 14 días. “Igual no me importaría quedar varada en el espacio”, bromeó.
De Castro dijo que las investigaciones podrían servir para la industria farmacéutica, desarrollar medicamentos, tratamientos del cáncer, espuma para la extracción de petróleo.
“La idea es que en base a lo que los científicos argentinos pueden proponer, que ayude también a la economía argentina, que atraiga inversores”, se entusiasmó De Castro, quien indicó que el contacto con Milei ya venía desde hacía unos cuatro meses.
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