La arquitecta Flor Fontana ha diseñado su propia vivienda en un lote de 9×8 metros, logrando un PH con 97 metros cuadrados cubiertos y 75 descubiertos. Este proyecto se destaca por su ingenio y simplicidad.
Un hogar pensado para vivir
Desde el momento en que visitaron la propiedad, Flor y su esposo, John Hunter, supieron que sería su hogar. “Inmediatamente sentí que aquí podría hacer todo lo que deseaba”, comentó Fontana. Al comenzar el proyecto, decidió conservar todas las losas existentes, lo que permitió mantener la escala original de la estructura.
Diseño funcional y estético
El PH, que contaba con una planta baja y un entrepiso, fue reorganizado en tres niveles. En la planta baja se ubica el área privada, mientras que el primer piso y la terraza albergan los sectores sociales. La suite principal incluye un estudio, y se ha diseñado una escalera liviana que no ocupa espacio visualmente.
Materiales y acabados
Se optó por un diseño que maximiza la luz natural, utilizando colores claros en los ambientes de menor altura. La cocina, ubicada en la planta alta, se ha concebido como un espacio multifuncional, donde se puede cocinar y socializar al mismo tiempo.
Un patio renovado
El patio, anteriormente cubierto por un techo de policarbonato, ha sido transformado en un espacio atractivo que conecta con la planta baja, convirtiéndose en un pulmón luminoso dentro del hogar.
Innovaciones en el diseño
Fontana también ha incorporado soluciones creativas, como instalar el lavarropas en el baño dentro de un mueble que permite guardar toallas y productos de limpieza, optimizando así el espacio disponible.
La arquitecta ha logrado crear un hogar que refleja su estilo personal y profesional, combinando funcionalidad, estética y comodidad en un espacio reducido.
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