El sueño es más que un simple descanso; es una necesidad vital comparable a comer o respirar. La falta de sueño puede tener consecuencias devastadoras tanto en el estado físico como en el mental. Aunque los científicos aún no han respondido completamente por qué el sueño es tan crucial, se han realizado avances significativos en esta área.
Sueño y demencia
Una línea de investigación que ha cobrado importancia en los últimos años es la que examina el papel del sistema glinfático en la conexión entre el sueño y la aparición de demencia. Este sistema es fundamental para “limpiar” el cerebro de residuos acumulados.
El sistema glinfático
El sistema glinfático se puede considerar un equivalente cerebral del sistema linfático. Este sistema anatómico, que ha sido pasado por alto, realiza diversas funciones en el organismo, incluida la eliminación de residuos generados por las células y la eliminación de sustancias nocivas en los tejidos. Aunque el sistema linfático no se extiende por el cerebro, es necesario contar con un mecanismo que cumpla esta función en el sistema nervioso central. Recientemente, se ha comenzado a comprender mejor cómo funciona este sistema, aunque aún quedan preguntas sin respuesta sobre su funcionamiento.
Limpiando las placas
La función de limpieza del sistema glinfático podría estar relacionada con el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer. Un artículo reciente de investigadores de la Macquarie University explica esta conexión, centrándose en el papel de las proteínas beta-amiloides, que tienden a acumularse en el cerebro y, si no se eliminan, pueden formar placas que afectan el funcionamiento neurológico, contribuyendo a la enfermedad.
Trabajo nocturno
La hipótesis que vincula el sueño y el Alzheimer a través del sistema glinfático sostiene que es durante el sueño cuando se lleva a cabo la limpieza de impurezas y toxinas. Sin embargo, persisten dudas sobre la naturaleza de esta relación, ya que algunos estudios presentan resultados contradictorios sobre los niveles de beta-amiloides en el líquido cerebroespinal durante el sueño y la vigilia.
De ratones a personas
Mucho de lo que se conoce sobre este tema proviene de estudios en ratones, mientras que las investigaciones en humanos son limitadas. Sin embargo, algunos estudios han comenzado a abordar el problema desde la biología humana. Un estudio publicado en 2018 observó que una noche de privación de sueño podía aumentar significativamente los niveles de beta-amiloides en el hipocampo, lo que respalda la teoría de que el sueño está vinculado a la probabilidad de padecer demencia.
Los riesgos del insomnio
El estudio de 2018 se realizó en personas sanas que experimentaron una noche de privación de sueño. No obstante, el impacto en personas con insomnio o trastornos del sueño es un tema diferente que requiere más investigación. Algunos análisis han asociado problemas como el insomnio y las apneas del sueño con un mayor riesgo de demencia o con niveles reducidos de beta-amiloides, lo que sugiere una relación entre el sueño y la demencia mediada por el sistema de limpieza.
Además, se plantea la cuestión de cómo los somníferos afectan esta dinámica, ya que un estudio reciente sugiere que ciertos compuestos no activan la norepinefrina, un neurotransmisor que parece ser crucial para la función de limpieza del cerebro durante el sueño.
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