El kéfir es una bebida fermentada que ofrece propiedades beneficiosas para la salud digestiva, inmunológica y metabólica. Esta bebida se elabora a partir de gránulos de kéfir, que son un cultivo simbiótico de bacterias lácticas y levaduras, con hasta 60 cepas diferentes.
Los gránulos de kéfir transforman los azúcares en ácido láctico, etanol, dióxido de carbono y otros compuestos bioactivos, resultando en una bebida con una alta concentración de microorganismos vivos. Esto le otorga propiedades beneficiosas para la salud digestiva, inmunológica y metabólica.
El concepto detrás del kéfir es el de una “comunidad de bacterias y levaduras” que viven en simbiosis, como explica César Casavola, presidente de la Sociedad Argentina de Médicos Nutricionistas (SAMENUT).
Tipos de kéfir
- De leche: Tiene un sabor similar al yogur, pero más ácido y ligeramente espumoso. Aporta proteínas, vitaminas del grupo B, vitamina K2, calcio, fósforo y otros minerales esenciales.
- De agua: Fermentado en agua con azúcar, frutas y cultivos específicos. Tiene menor contenido proteico y calórico, pero conserva probióticos y metabolitos bioactivos.
El origen del kéfir se remonta a la antigua región del Cáucaso, donde los campesinos preparaban una bebida llamada ayrag, observando que la corteza blanquecina de los odres de piel de cabra podía dar lugar a una bebida mejorada al agregar leche, a la que denominaron kéfir, que significa “sentirse bien” en turco.
Beneficios del kéfir
El kéfir contiene bacterias ácido-lácticas y levaduras que contribuyen a la fermentación y producción de compuestos beneficiosos. Estas generan ácido láctico, reducen el pH e inhiben patógenos, actuando como prebióticos en el intestino y favoreciendo la protección de la microbióta intestinal.
1. Restablece el equilibrio microbiano
El consumo regular de kéfir incrementa la diversidad microbiana, asociada a una microbiota más resiliente frente a desequilibrios causados por antibióticos, estrés o dietas pobres en fibra.
2. Alivio de trastornos digestivos
Gracias a su efecto probiótico, el kéfir contribuye a normalizar el tránsito intestinal, aliviando episodios de diarrea o estreñimiento y disminuyendo los síntomas del síndrome del intestino irritable.
3. Refuerzo del sistema inmunológico
Las propiedades inmunomoduladoras del kéfir pueden promover la respuesta inmunitaria contra infecciones y patógenos intracelulares, siendo el intestino el hogar de cerca del 70% de las células inmunitarias del cuerpo.
Cómo preparar kéfir y cuánto consumir
El kéfir se prepara agregando gránulos de kéfir a un frasco con leche o agua azucarada, dejándolo fermentar a temperatura ambiente entre 24 y 48 horas. Se recomienda consumir un vaso diario, con una dosis de 100-200 ml suficientes para obtener efectos beneficiosos en la microbiota intestinal y la salud general.
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